Sidney.- La marca de fragancias para hombre, y ahora también para mujer, despertó el instinto voyeur de las personas invitándolas a espiar lo que sucede en una casa de un concurrido distrito de Sidney.
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La marca de desodorantes Axe, propiedad de Unilever y conocida en Australia como Lynx, realizó una acción impresionante de marketing interactivo como parte de la campaña Axe Anarchy, la primera fragancia para él y para ella.
Con un target más amplio, la campaña busca lanzar piezas de comunicación atractivas para ambos sexos y la marca lo consigue con “El primer anuncio invisible”.
La acción consistió en invitar a las personas a utilizar lentes de sol polarizados frente a una casa de un conocido barrio de Sidney. Los lentes se fabricaron en color azul y rosa para integrar a la audiencia masculina y femenina.
Con los lentes las personas se convertían en espías de lo que sucedía en la casa, cuyas ventanas fueron sustituidas por pantallas LCD, y sólo al usarlos mostraban diferentes escenarios -algunos muy sexys- donde reinaba el caos.
La estrategia fue desarrollada por la agencia Soap.