La preferencia de los mexicanos por las marcas blancas ha aumentado. De hecho, 9 de cada 10 hogares en México compran este tipo de productos con marcas blancas. El gasto en el consumo de estas marcas aumentó casi 21 por ciento, donde el 40 por ciento de los hogares compradores son de nivel socioeconómico bajo y dedican 35 por ciento de su presupuesto a estos productos, según datos de Nielsen.
Como se ha demostrado, las marcas blancas presentan algunas desventajas, por ejemplo, la calidad de los productos está por debajo de la calidad de los productos de primeras firmas. De hecho, esta notoria diferencia se puede ver en el precio. Además, otra desventaja es la falta de originalidad, porque sus fórmulas, ingredientes y packaging no son un factor diferencial de las mejores marcas.
Pero al final, los factores que determinan su compra son el precio, la calidad y el posicionamiento que tenga la marca del fabricante en la mente del consumidor. Quizá el consumidor actual ha resuelto que los productos son similares y lo que hace la diferencia es el valor percibido gracias a la marca.