Cada día el tema de anticorrupción no solo ataca al sector gubernamental; también ataca al sector privado.
Aparecen nuevas reformas, en donde afectan directamente a la estructura corporativa de las empresas. Siempre he pensado que para que exista corrupción debe de haber dos factores: el activo y el pasivo. Es decir, la persona que ofrece el soborno: activo y la persona que lo acepta: pasivo.
Para que una persona sea pasiva, ya sea que reciba un regalo súper costoso, una joya, un coche, una propiedad, o dinero en efectivo, debe de haber del otro lado de la moneda, que da ese tipo de regalos.
La persona que ofrece el soborno es la que empieza con el tema de la corrupción, porque está dando por sentado que debe de comprar al servidor público para que realice bien su trabajo. Es el primero que empieza con la cadenita de la discordia.
Lo que no saben es que de los dos lados esta la corrupción; muchas empresas incluso tienen personas dedicadas a “cabildear” o mejor dicho en sus departamentos como “me encargo de las relaciones públicas de la empresa” pero realmente el trabajo que tienen es ir a comer con servidores públicos a restaurantes muy costosos, llevarlos a centros nocturnos, comprarles inclusive acompañantes y gastan montones de dinero para obtener un “beneficio especial”.
Que pasa con estas situaciones; primero como empresario debes de tener un departamento de compliance o cumplimiento; que regule todas las actividades de cabildeo de tu empresa, por ejemplo:
- Que estipulen en las políticas internas de la empresa, montos y tipos de regalos permitidos por parte de la empresa para el sector gubernamental. No puede ser que des un coche, o efectivo, pero tal vez puedas regalar un obsequio artesanal o un detalle que no exceda una cantidad de dinero cuestionable. También puedes pedirles a tus abogados que revisen en la regulación mexicana los montos permitidos de regalos para servidores públicos.
- Identificar las personas expuestas a posibles actos de soborno o corrupción. Generalmente son las personas que se encuentran en campo y que tienen una relación constante con licitaciones. ¿Tienes un control de confianza, de donde viene esas personas, que tipo de personas son, donde han tenido experiencia, verificas sus redes sociales? ¿Tienen buena reputación?, tienen estudios de antecedentes penales, tienen un problema de deuda o alcohol.
- Si tu empresa está acostumbrada a pagar grandes comidas, o cenas (porque así es la cultura de la compañía), procura cambiar la mentalidad, y porque no organizar desayunos o cafecitos. Yo he colaborado en empresas en donde el cabildeo que realizan es muy rosa, es decir no se prestan a comidas muy costosas, y la mayoría de las veces se citan en restaurantes bonitos y ricos para comer, pero de preferencia organizan desayunos, o un lunch meeting tempranero.
- También capacita a tus empleados; qué regalos pueden recibir y cómo deben de decir “NO”, cuando se sientan incomodos, por una propuesta rara o fuera de lugar.
Recuerda todo se encuentra en la reputación de tu empresa, si queremos combatir a la corrupción, no solo está del lado del gobierno, también está dentro del foco empresarial.
Cambia la dinámica de tu empresa, no tiene que ser repentino el cambio, pero si ir creando una cultura de legalidad en tu empresa y aportando valores y ética laboral.
Si no te gusta la filosofía de la empresa, entonces busca una filosofía más rosa, en donde no sientas que debes de hacer cosas que no quieras hacer.
Por muchas recomendaciones que nos brinden los foros internacionales, la OCDE, las recomendaciones de GAFI; Grupo de Acción Financiera Internacional, si no aplicamos estas recomendaciones dentro de las empresas:
¿Cómo le exigimos a los funcionarios públicos que no sean corruptos si muchas veces la corrupción viene de afuera hacia dentro?
Minerva Castro Mayagoitia es asesora en materia de cumplimiento, ética empresarial, prevención de lavado de dinero. Puedes contactarla en minervacastrom@gmail.com