El neuromarketing se vuelto una herramienta valiosa para comprender cómo reacciona el cerebro de los consumidores, permitiendo del mismo modo, saber cómo percibe los elementos visuales tales como los logotipos.
Esta rama de la mercadotecnia, hace referencia a las técnicas de mercadeo que se basan en recursos gráficos, sustentando los resultados en la neurociencia. Esto permite crear campañas que estimulen a los consumidores a nivel cerebral, si te preguntas cómo es que eso sucede, te lo explicamos a continuación.
Color
El primero de los aspectos que llega al cerebro (no al ojo) es el color, procesándolo neuronalmente.
Forma
Después de haber identificado el color, el córtex visual reconoce las formas que integran el logotipo, incluyendo las que se forman en los espacios en blanco.
Agrupación
El cerebro elige elementos que va agrupando en distintas categorías como proximidad, similitud, cierre y continuación.
Asociación
El sistema cerebral relaciona los objetos que está percibiendo en el momento, con los que están guardados en la memoria, de modo que logra asociarlos creando un concepto.
Experiencias previas
Gracias a la asociación que se creó anteriormente, el cerebro logra dar al concepto que creó, un significado amplificado.
Decisiones activas
El cerebro logra tomar una decisión en torno de la información presentada. Esto es después de toda esta vinculación, que el cerebro procesa en milésimas de segundo, además de recordarlo en positivo.
En conclusión, al momento de diseñar el logotipo de una marca, existen diferentes formas de comunicación, sin embrago y de acuerdo con la naturaleza del producto o servicio, es preciso asegurarse de seleccionar las que provoquen en el cerebro del consumidor una mayor actividad sensorial positiva.
Estos son algunos aspectos que servirán como guía para identificar propuestas funcionales, además de ser preciso el considerar técnicas de color, tipografía y proporción
- Simplicidad
- Memorabilidad
- Atemporalidad
- Versatilidad
- Pertinencia