Chicos, medianos y grandes optan por esta forma de comunicación con los consumidores
Los números no mienten, la industria presenta un crecimiento constante de doble dígito, con alzas del 14.4 por ciento en 2006 y un estimado de 19. 7 por ciento para el 2007, año en el que espera rebasar las ventas por dos mil millones de pesos. Uno de los motivos de la alza constante es el alto valor costo-beneficio, con el alto número de impactos que se logra con sólo un artículo, si este es bien distribuido y entregado a la persona adecuada.
¿Quién no tiene un llavero, destapador o encendedor patrocinado por alguna marca y que además se lucen orgullosamente? Los artículos promocionales están presentes en todo momento y lugar, al convertirse en una parte indispensable de la estrategia de mercadotecnia de las grandes, medianas y pequeñas empresas. Como sostiene Alberto Jacobo Baruqui, presidente de la AMPPRO y director general de Grupo Jacobo “Los promocionales tienen una mayor penetración de mercado, no sólo las grandes compañías invierten en ellos, sino las medianas y las pequeñas empiezan con la intención de participar con algún producto acorde al giro de su negocio”.
Mercadotecnia vía electrónica
Oportunidades de negocio a un click de distancia
Todas las mañana la primera acción que realizan las personas al llegar a su oficina y prender la computadora es abrir la aplicación de correo electrónico, muchos son los que se reciben, entre instrucciones del jefe, pendientes del trabajo, invitaciones de amigos, el desagradable correo basura y algunos mails con información de interés, a la que el cibernauta se inscribe por decisión propia.
Esta situación es aprovechada por las empresas para establecer contactos con sus clientes o posibles consumidores a través del correo electrónico. El realizar acciones de mercadotecnia por esta vía es una de las formas más simples, económicas y eficaces de acercarse a un público cautivo y con un perfil, relativamente determinado. El primer filtro que debe superar un mensaje por email es la saturación, por el elevado número de correos electrónico en la bandeja de entrada (esto sin contar que una persona llega a tener dos o hasta tres cuentas: la del trabajo y algunas extras para otros fines) que revisan diariamente.