Cada vez son más empresas que adoptan una postura socialmente responsable, tanto con la comunidad en la que se desarrollan como con el medio ambiente con el que interactúan. Por este motivo han surgido nuevos modelos de negocio como es el caso de la economía circular, la cual está siendo adoptada por distintas empresas, particularmente en el mundo de la moda, como es el caso de C&A. Si bien el trabajo para reducir contaminantes se realiza cada día, también surgen nuevas fuentes de desechos, como los que se generan por los alimentos transportados por las aplicaciones de comida, como Uber Eats o Rappi.
De acuerdo con información de New York Time, este tipo de aplicaciones de alimentos generan basura plástica de un sólo uso, puesto que las comidas son transportados en vasos y platos desechables, sin contar los cubiertos. La generación de residuos a través de esta fuente se está convirtiendo en un problema para China y para Estados Unidos.
Tan sólo para el 2017 se calcula que los residuos generados por los envases plásticos que utilizan las aplicaciones de comida en China alcanzaron un volumen de 1.6 millones de toneladas, nueve veces más de lo que se generaba en esta fuente para el 2015.
Si desglosamos la cantidad antes mencionada, se tiene que 1.2 millones toneladas son recipientes de plástico, 164 mil toneladas son bolsas, 44 mil toneladas son cucharas y 175 mil toneladas son palillos desechables.
Si bien es cierto que China ha avanzado considerablemente, junto con India, en su tratamiento de residuos, lo cierto es que al menos tres cuartas partes de los desechos plásticos que se generan están expuestos al aire libre o se encuentran en tiraderos.
Las empresas de aplicaciones de alimentos deben trabajar para buscar opciones, junto con los centros de consumo, para generar opciones que sean mucho más amigables con el medio ambiente.