Recientemente leí que México descendió 4 lugares en el Índice Global de Emprendimiento 2018. Este documento estudia la calidad de los ecosistemas emprendedores de 137 países, donde el nuestro se ubicó en el número 75, debido a que los nuevos negocios mexicanos tienen bajas evaluaciones en los rubros de soporte cultural, percepción de oportunidades de negocio y habilidades emprendedoras.
Impulsar un negocio y mantenerlo es muy complicado, mas no imposible. Este año, la empresa que construí cumple 11años este año. A pesar de ello no digo que ya la armé, me falta muchísimo; mi visión va más allá del dinero, es un proyecto de vida que quiero compartir con cada talento que se suba al barco, y con cada emprendedor que decida aventurarse en estos terrenos. Por ello, comparto algunos errores que frenan los emprendimientos.
Creer que la llegada de dinero es constante
Todo emprendedor debe administrarse, de tal forma que la escasez del dinero no acabe con su negocio. Uno de los errores que se comenten al crear una compañía es creer que ésta será una mina de oro, la realidad es que los clientes van y vienen, y en ocasiones no todos pagan a tiempo.
Aquí es cuando tu cerebro no puede cerrarse, tienes que hacer más con menos. Al formar un equipo el último que come eres tú, además no terminas de pagar una quincena cuando ya estás entrando a la otra. Las cuentas por pagar son interminables y las entradas de dinero no son tan rápidas como uno quisiera, así que debes buscar oportunidades de negocio.
No actualizarse
Otro error es no actualizarse y ser sólo disciplinario. Sin importar el mercado en el que se está inserto, para crecer hay que ser interdisciplinario, leer y estudiar sobre finanzas, administración, marketing, liderazgo, incluso ver series o películas sobre gestión.
Tratar de funcionar siempre con los mismos recursos
En cuanto más creces, más recursos necesitas: infraestructura, gente, salarios, etc. Tampoco es conveniente mantener un negocio de nivel junior porque la zona de confort es muy peligrosa. Una empresa no se hace para que los socios sean millonarios, sino para ser una plataforma que distribuya las ganancias, y donde el dinero sea visto como un instrumento más para poder llegar a los objetivos.
El ego
El error de muchos emprendedores es el ego o el miedo a trabajar con gente más experimentada, pero el camino al éxito es ser humilde, estar abierto a muchos cambios y a escuchar, no a imponer. Todo es aprendizaje, y conforme vas avanzando van apareciendo nuevas personas que te hacen ver que solo no puedes: debes delegar responsabilidades y dejar que alguien más comparta el riesgo contigo.
Ser intolerante
Lo que no te dicen de emprender es que te enfrentarás a situaciones a las que jamás, en ninguna clase de la universidad, te enseñaron cómo solucionar. Lo único que te hará vencedor es la forma en cómo manejas cada situación. Entre ellas lidiar con un cliente enojado o solucionar un conflicto interno con tu equipo de trabajo. Aquí es donde verás que no solo diriges un negocio o administras dinero, sino estados de ánimo.
Es normal pensar en tirar la toalla, pero, en cualquier caso, los emprendimientos se construyen a base de prueba y error, y en el camino hay diferentes obstáculos que se deben sortear, pero también está lleno de aprendizajes y de grandes satisfacciones.
En resumen, si no tienes carácter no emprendas. Tener carácter no es gritar y enojarte de todo, sino lidiar con todas las situaciones, favorables y adversas, y levantarte rápido cuando te caes.