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De acuerdo con Statista, se estima que sólo el 3 por ciento de los norteamericanos piensan que el racismo es el principal problema en su país.
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Nueva York es la ciudad más poblada de los Estados Unidos con 19.22 millones de habitantes, seguida de Los Ángeles con 12.21 millones, según el US Census Bureau.
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En videollamada Donald Trump le dijo a sus gobernadores que eran débiles y que debían usar la fuerza necesaria para evitar disturbios.
La muerte de George Floyd se convirtió en la gota que derramó el vaso para millones de personas, quienes están cansados del problema del racismos, cuya sombra ha permanecido en los Estados Unidos a pesar de la lucha de años que se ha sostenido por los derechos civiles de las personas afrodecendientes. Ante esta situación, la gente ha salido a las calles ha protestar, lo cual alcanzó su punto más álgido el fin de semana inconformes protestaron en la Casa Blanca, residencia de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
Ante la escalada de protestas que han derivado en actos vandálicos, Donald Trump sostuvo una llamada con los gobernadores de los 50 estados a través de videoconferencia, por medio de la cual los exhortó a utilizar la fuerza pública por medio de la guardia nacional, ya que, en sus propias palabras, están quedando como tontos, además de que también afirmó que la mayoría de ellos eran débiles.
Donald Trump también les dijo que los gobernadores tendrán que arrestar a las personas, además de que también hay que rastrearlas, con la finalidad de ponerlas 10 años en la cárcel y, de este modo, evitar que sucedan “estas cosas“. Explicó que esto esto se está realizando en Washington y que están haciendo cosas que las personas no han visto antes.
Además de las indicaciones de Donald Trump, Bill Barr, fiscal federal de los Estados Unidos, les pidió a los gobernadores hacer el uso adecuado de la fuerza, con la finalidad de dominar las calles, según sus propias palabras, para evitar que actúen en reacción a lo que está pasando en las calles de sus respectivas entidades.
