Algoritmos, redes neuronales, la nube son algunos de los términos que se han popularizado con el auge de big data. Sin embargo, hay algunos métodos que ya existían desde hace muchísimos años y que han sido retomados para ser utilizados de manera conjunta con estas herramientas tecnológicas. El análisis estilométrico es un ejemplo de esto, pues dicha técnica, recogida de las humanidades, se ha integrado para estudiar los textos que los usuarios emitimos en sitios como las redes sociales, para encontrar tendencias útiles y definir el comportamiento de los consumidores.
¿Qué es el análisis estilométrico? Antes de responder esta pregunta debemos comprender que cada persona tiene su modo particular de escribir, de tal manera que su forma de expresión es como una huella digital. Este estudio busca medir la frecuencia con la que aparecen los vocablos, el largo de párrafo, la extensión de las oraciones e incluso la puntuación para poder determinar realizar un perfil con dicha información a partir de un corpus considerable de escritos.
Pero, ¿cómo se puede utilizar esta herramienta de modo comercial? Se pueden reunir un determinado número de textos utilizados en las estrategias de un cierto canal y que hayan tenido un impacto importante en el público. Posteriormente, se puede realizar un análisis estilométrico para determinar cuáles son las características en común que guardan este tipo de materiales para poder cuando se realicen nuevos, integrar dichas mejoras.
Por ejemplo, si una marca trabaja con estrategias de redes sociales, se pueden analizar todas las publicaciones que se han hecho en la fan page de la firma, para lograr determinar cuáles son las cualidades textuales y gramaticales con las que contaron los textos que tuvieron un mayor alcance y causaron que hubieran más conversiones. Este este estudio puede realizarse por medio del análisis estilométrico y con el big data, especialmente debido al volumen de información con el que se trabaja.