Las marcas saben que al utilizar el below the line para promocionar sus productos o servicios pueden llegar de una manera más rápida y directa a la mente de sus consumidores y más si éstas acciones son realizadas con creatividad en espacios inesperados, tal y como lo hizo Underground Film Club, que en Londres transformó una estación del metro en una sala de cine.
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Con la finalidad de darle otro sentido a la forma en que las personas van al cine, este colectivo londinense adecuó las bóvedas de la estación Waterloo en una elegante sala de cine, con asientos de terciopelo rojo, una dulcería y un ambiente muy cálido.
Las personas que acuden a este peculiar lugar reciben unos audífonos para mejorar su experiencia, la que se complementa con una buena cerveza o un cóctel de los que venden al interior del lugar.
Esta acción de ambient marketing ha generado buenas reacciones ya que las entradas (que tiene un precio de 15 libras equivalente a 377 pesos) se han agotado en todas las funciones, lo que demuestra que las personas pueden pagar un precio alto si a cambio van a recibir una experiencia única e inolvidable.
Las películas que se han proyectado hasta el momento son: Pulp Fiction, Casablanca, Mad Max: Fury Road, Jurassic World, Toy Story, Up y Inside Out.