Hace un par de semanas tuvimos la grata visita en nuestra oficina de México de una compañera de Corea. Nos compartió su visión del mercado de su país y todos en México quedamos muy sorprendidos con las grandes diferencias que hay en la forma de comprar en ambas naciones.
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Por ejemplo: El canal moderno es el más desarrollado de Corea. 90% del gasto de los hogares lo realizan en este canal vs. 31% que es en México.
Una primera lectura nos haría pensar de que hacía allá vamos y que deberíamos enfocarnos en este tipo de retailers. La primera diferencia es que ellos consideran Internet dentro del canal moderno. Y claro, es lógico pensar que en la ciudad más conectada del mundo, Seúl, esté desarrollado este medio incluso para categorías de consumo masivo (ejemplo: alimentos empacados, lácteos, productos de cuidado personal, de cuidado del hogar, refrescos, etc). Prácticamente el 80% de las compras del canal moderno se realizan por internet en Corea…Impresionante!!
Ahora, ¿qué sucede con las compras por internet en el mercado de consumo masivo en México? Hablando tan sólo del Valle de México, encontramos que sólo 1% de nuestras compras de productos de consumo masivo los realizamos en línea. La principal barrera de quienes no compran online es no tener Internet (44%), no contar con tarjeta de crédito (42%), no sabe cómo comprar en línea (36%), les gusta ver el producto antes de comprar (26%) y 25% tiene desconfianza de dar su número de tarjeta. Claramente entonces hay muchas barreras todavía en las que se debe trabajar para que realmente la gente compre sus productos del día a día online. En esta línea vemos como muchos retailers del país están abriendo sus portales para este tipo de compras y haciendo esfuerzos de comunicación relativamente importantes para que la gente comience a optar por esta “nueva” forma de comprar.
¿Qué podemos hacer entonces para impulsar este tipo de compra? Aquí algunas pistas:
Un 18% compraría por Internet si pudiera pagar sin tarjeta de crédito, un 15% compraría online si ofrecieran promociones exclusivas y 10% se animaría a comprar si el costo del envío fuera más barato o gratis. Obviamente el tener acceso a internet es básico y seguramente aquí también tenemos un gran desafío como sociedad. Definitivamente la gente se muestra dispuesta a este tipo de compra y sólo debemos trabajar en minimizar esas barreras de acceso.
Volviendo al caso de Corea, ellos buscan cercanía a través de Internet. No tienen ningún problema con que sea “impersonal”. Claro, hay que conocer más su cultura para entender este punto que demás se refuerza por temas laborales: trabajan muchísimas horas a la semana, están mucho tiempo cerca de la computadora y entonces ven muy natural el ahorrar tiempo comprando desde casa u oficina y que les lleven los productos hasta el lugar que ellos prefieran. Incluso pueden hacer compras con su teléfono en el metro, donde a través de códigos QR eligen sus productos desde un muro colocado por una de las principales cadenas de autoservicios. Pero en México, al 26% de los shoppers les gusta ver el producto antes de comprarlo y al 53% les gusta el contacto humano al momento de comprar. Además en México seguimos buscando una excelente experiencia de compra.
Impulsar las compras online es parte del presente. Hoy tanto fabricantes como retailers están viendo a este “canal” como una interesante y nueva fuente de negocio. Encontrar los caminos adecuados para “convencer” a los mexicanos para que compren productos de consumo masivo online es el gran desafío.