Después de que los medios convencionales de publicitarse entraron en crisis, surgió en advergaming. ¿Qué es? Imaginemos por un momento que estás jugando algún videojuego. Algunos de los personajes toman ciertos productos o se ve cómo pasa por ciertos lugares con espectaculares. Pues algunas empresas han aprovechado esos espacios para poner publicidad de verdad, la cual resulta ser menos invasiva y ha mostrado, de acuerdo a algunas investigaciones, efectos positivos en el consumidor.
Origen de advergaming
Poco después de la llegada del internet, los medios publicitarios convencionales como la televisión, la radio y los impresos entraron en una crisis. Muchos dejaron de parecer tan atractivos para el público, mientras que surgieron otros nuevos que resultaron ser más novedosos. Al par de esto, la industria de los videojuegos crecía.
Tomando lo anterior como marco de referencia, fue que surgió en forma lo que conocemos como advergaming.
La polémica sobre el advergaming
Mientras que algunos consideran que es una técnica perfectamente utilizable y viable, hay otros que están en contra. La polémica se debe principalmente a que, al no mostrar tácitamente los anuncios a la gente, se considera que es una especie de publicidad subliminal. Además de esto, hubo quien considero que había una relación directa entre mostrar el videojuego con advergaming y la necesidad de comprar el insumo publicitado.
Sin embargo, quienes lo defienden mencionan que por medio del juego, que sería considerado como contenido de valor, es que se hace llegar el mensaje publicitario, sin ninguna otra intención oculta.
Un ejemplo de advergaming
La mayoría de las personas hemos visto los videojuegos de futbol de distintas plataformas. Las canchas donde se desarrollan los partidos son una réplica bastante detallada de estos sitios, a tal punto que las vallas que están en las orillas también tienen publicidad, igual que las de la vida real. Es ahí donde puede colarse un anuncio pagado.
En algunos casos esto es mucho menos sutil y los productos o los personajes que representan a las marcas suelen tener su propio videojuego.