Amo los perros, los grandes, los pequeños, los bravos, los juguetones, los que duermen todo el día, los que te dejan llenos de pelo, los pelones, los nerviosos que ladran y ladran, en fin, creo que queda claro que me fascinan.
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Actualmente tengo un par, Pepita, una chihuahua coqueta y nada nerviosa, le encanta que la acaricien y la farándula, es bastante conocida en la ciudad. También tengo a Sócrates, un labrador grandísimo que nunca para de saltar, él se encuentra en la casa de campo, así que lo veo menos.
Pepita fue un obsequio de hace 4 años, Sócrates lo adopté hace un año debido a un reporte de protección civil municipal. Así que comprendo la función de padre adoptivo y padre natural.
Los perros son considerados como las mascotas más educativas, ilustrativas del concepto mascotas domesticas y las que logran crear lazos tan fuertes como el de un familiar.
Por tal motivo me agradó ver la campaña filantrópica que finalmente se traduce en un circulo que incluye: participación de los apasionados por los perros, venta de productos, una causa loable y una campaña sustentada por historias de salvación.
Dentro de este esfuerzo mercadológico denominado “Pedigree Adóptame” se han logrado 17 mil adopciones, cifra que resulta gracias a 30 centros de adopción en 21 estados del país con cobertura en 26 ciudades.
Para lograrlo la empresa ha donado casi mil 200 toneladas de alimento, además de apoyar a los centros de adopción con congresos y conferencias de medicina veterinaria, comportamiento de perros y primeros auxilios.
La campaña es una mezcla perfecta de BTL y ATL, en tele vemos un spot de 30 segundos que como todos los comerciales de Pedigree son fenomenales, luego en las redes sociales van sumando adeptos: en Twitter alcanzan los 4 mil 782 seguidores y un hashtag denominado #PEDIGREEadoptame, en Facebook 14 mil 828 likes y en Youtube casi mil suscriptores y un millón 838 mil 677 views, lo que respalda el trabajo de exposición masiva pero ahora direccionada a quien en verdad quiere ver los spots.
Comentaba líneas antes que Pedigree logra crear un circulo, lo menciono porque cuando hacemos BTL y en aras de conseguir vistosidad, innovación y modernidad, olvidamos redondear el mensaje, omitimos ver que las metas de la empresa tienen que estar asociadas a las metas de la campaña.
En el caso especifico de la campaña analizada, lo brillante es que se une la adopción con la alimentación, como un hilo conductor, es decir, ya sea por la culpa o la filantropía, se busca concientizar al mercado, pero bajo la tendencia de precisamente no verlos como ”mercado”, sino como agentes de cambio, como emisarios de marca y productores honoríficos de la firma.
Por ultimo, valoro el trabajo creativo, pues han logrado una campaña homogénea a la identidad de la marca, cuidando el tema de la emoción sin caer en lo grotesco y victimista, espero que muchas asociaciones civiles tomen el ejemplo y comiencen por entender que para defender a los animales, no es necesaria la extravagante agresión, ni la exposición de las desgracias de las que algunas mascotas son objeto, es decir, la campaña alude a la acción de adoptar y alimentar porque es un aspecto positivo, ocasionando así una buena percepción.
Aplaudo la campaña desde el ámbito del marketing, desde la misión social que cumple y desde el profundo amor que les tengo a estos seres llenos de luz.
Quiérelo como él a ti, descarga la guía de cómo ser buen padre perruno: pedigree.com.mx/adoptame
