La historia de Centro Coyoacán (o Centro Comercial Coyoacán) se remonta a octubre de 1989, una propiedad de Grupo Palacio de Hierro, ubicado al interior de una de las más codiciadas zonas de la capital, en los límites entre la Col. Del Valle y el centro histórico de Coyoacán en la Ciudad de México.
Un fashion mall cuyo diseño fue creado por el despacho de Arquitectos Sordo Madaleno, los mismitos responsables del centro urbano Artz. Centro Coyoacán cerró oficialmente sus 124 locales comerciales que integraban marcas como Kiehl´s, Scapinno, Tommy Hilfiger, Calvin Klein Underwear, Aldo, Mango, Dyson, New Era, UGG, Sally Beauty, The Body Shop, Outlet Palacio etc., además de la tienda El Palacio de Hierro, figura importantísima y de alto prestigio internacional.
El Centro Comercial de 2 niveles y mil 600 cajones de estacionamiento no volverá a ver la luz con motivo de la inauguración del Centro Comercial Mitikah, que forma parte del complejo que será inaugurado el 23 de septiembre y se ubica a un costado, sobre la avenida Real Mayorazgo.
Aunque desde 2018, el Grupo Fibra Uno, encargado de la construcción del complejo Mítikah, advirtió que Centro Coyoacán sería cerrado y posteriormente demolido, este evento fue sorpresivo para muchos, pero aún más para los habitantes del Pueblo de Xoco, quienes entregaron a Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez, un oficio en el solicitan que “se niegue” la demolición del inmueble.
La principal preocupación de los ciudadanos ronda en qué pasará con el terreno, toda vez que temen que el impacto real de la obra (Mítikah) pueda afectar su calidad de vida como pueblo originario, así como al entorno urbano de su colonia y pueblo, esto de acuerdo con información en poder de La Jornada.
Demoler el Centro Coyoacán y “después edificarse una construcción nueva y más alta, puede generar conflictos, ya que el pueblo originario de Xoco habita en la zona y si se continua con el desarrollo urbano de la zona sin antes garantizar los derechos humanos del pueblo de Xoco, pueden darse grandes violaciones a nuestros derechos y llevar al genocidio del pueblo de Xoco a través del desplazamiento forzado simulado que afecta nuestra condición cultural”, apunta el documento.
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