Siempre me he preguntado por qué a algunos les va bien y son “exitosos” y a otros le va siempre mal en sus vidas profesionales y “fracasan”, ya que en sus vidas privadas no me interesa meterme, ni mucho menos opinar acerca de ellas porque no soy nadie para hacerlo.
Sin embargo, en los años de trabajo que tengo me he podido percatar de algunos factores recurrentes que hacen que una persona nunca alcance el “éxito” que busca y siempre termine lamentándose de su “inexplicable mala suerte”, así que me permito referir algunos de los síntomas que los “ADICTOS AL SABOTAJE” presentan normalmente:
1) No entienden de órdenes, jerarquías o simple sentido común, porque consideran que ellos o ellas son mejores que los demás y aunque el espejo les recuerde todas las mañanas la realidad de su existencia.
2) Siempre alguien les tiene mala voluntad y normalmente es su superior jerárquico, aunque también pueden sus compañeros de trabajo, la señora que les vende el café, el que cuida los coches afuera de sus oficinas y hasta los que dice son “sus amigos”.
3) No saben trabajar en equipo, formar un equipo, ni favorecer al equipo, ya que su megalomanía los hace evadirse de la realidad creyendo que son algo que no son, logrando con ello que el equipo al que pertenezcan los terminen detestando y expulsando al final del día.
4) Son intrigantes sin método, porque buscan crear insidias entre sus superiores, entre sus compañeros y en el total de los absurdos hasta entre sus propios subordinados y amigos.
5) Su desempeño profesional es de mediocre a malo en la mayoría de las veces y en casi todas las situaciones, pero en su fuero interno piensan que están descubriendo el hilo negro o que su aportación vale más de lo que realmente vale.
6) Las criticas les son inaceptables, porque tienen un ego demasiado grande que no los deja ver sus propios errores por más grandes y evidentes que estos sean.
7) Son imprudentes por naturaleza, ya que no conectan su cerebro con su boca, situación que los retrata constantemente como personas que no piensan lo que dicen y solamente ametrallan a todas las personas alrededor con estupideces constantes que hacen que se queden irremediablemente solos.
8) No saben escuchar, por ahí alguien me dijo hace tiempo, que “el que no escucha bien, no habla bien y menos actúa bien”, así que por eso obtienen resultados desastrosos siempre.
9) No entienden de coyunturas, ni mucho menos saben leer entre líneas, algunas de estas personas confunden esto con el concepto de “inocencia” u “honestidad y no lo son, solamente son falta de talento u olfato profesional para saber aprovechar las oportunidades que se les presentan día con día.
10) Su éxito es particular y el fracaso es compartido, es decir, son egoístas además de megalómanos, ya que no son capaces de entender que los triunfos y las derrotas son efímeras, pero lo que, si es cierto, es que los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad…, así que normalmente su balance entre amigos y enemigos siempre es negativo para su persona.
Finalmente, y después de referir estos diez puntos sobre los ADICTOS AL SABOTAJE los invito a que hagamos un recuento de los mismos en nuestra persona y después en los demás para tener un punto de comparación y si usted encuentra tres o más en sí mismo, pues ya sabe la respuesta.
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