El tercer mes del año es un mes poderoso, muchas marcas se preparan para implementar campañas de marketing estratégicas en este mes de marzo haciendo el cierre de su primer trimestre del año, otras tantas, que se rigen por un calendario diferente, están cerrando su año fiscal, además sucede el equinoccio de primavera y por si fuera poco, este es el mes denominado el mes de la mujer desde hace muchos años y representa un periodo de transformación, de finales y de comienzos.
Este 2025 el Día Internacional de la Mujer tiene una misión muy clara: Acelerar la acción.
Las empresas tienen en sus manos un tema muy interesante para crear campañas de comunicación digital que concienticen todavía más sobre la equidad de género en el terreno laboral, para que todos estos esfuerzos que se han hecho por años no se queden sólo en un discurso, sino que realmente se lleven a la acción. Aquí les dejo algunas ideas para preparen sus campañas de IWD y generen un contenido de impacto:
- Unirte en redes sociales a los HT #IWD2025 #AccelerateAction para difundir conciencia.
- Compartir en redes sociales historias inspiradoras de las mujeres líderes que trabajan en la empresa, incluyendo diferentes edades para generar mayor empatía.
- Invitar a los colaboradores y seguidores de redes sociales a compartir lo que significa para ellos el Día Internacional de la Mujer.
- Promover un panel de opinión virtual donde el objetivo principal sea inspirar a más mujeres y empresas a acelerar la acción por la igualdad de género.
- Ofrecer descuentos o promociones especiales por el Día Internacional de la Mujer.
A través del tiempo, se han logrado avances significativos en la lucha por los derechos de la mujer. Mujeres de todas las edades han sido partícipes de ello y hoy más que nunca la edad de una mujer no debería ser un impedimento para conseguir un empleo. Nuestra edad, debería de ser valorada como un talento, ya que entre más años tiene un candidato, tiene mayor experiencia, criterio, resiliencia, capacidad de análisis y de toma de decisiones.
Actualmente he visto perfiles de mujeres y hombres en LinkedIn que están en un rango de edad entre cuarenta y cincuenta años, en una búsqueda incansable de empleo, de una oportunidad que les permita aportar el valor de sus años de trayectoria y vivir de una forma digna, me incluyo en este grupo, porque he vivido muy de cerca, el lado oscuro de los procesos de selección.
Lamentablemente los departamentos de Recursos Humanos se inclinan hacia el “Fast Talent”, que generalmente son perfiles más jóvenes que se conforman con un sueldo bajo, que quieren escalar sumamente rápido, no aceptan el liderazgo de personas mayores que ellos y que si en un lapso corto de tiempo no se sienten cómodos en el empleo, no tienen el menor remordimiento en dejarlo, esta rotación de personal impacta negativamente el desempeño de cualquier empresa. Antes de proseguir, quiero aclarar que lo anterior no es una regla, porque he conocido personas jóvenes sumamente comprometidas, responsables, empáticos y con un gran respeto hacia sus líderes de cincuenta años o más.
En este mes en el que se conmemoran todos los logros que las mujeres han ido ganando año tras año en la equidad de género, quiero poner en la mesa un tema del que poco se habla, pero que muchas mujeres lo sufren: El edadismo.
Y como acaba de celebrarse la ceremonia de los Premios Oscar, quiero hacer referencia a la película de La Sustancia, protagonizada por Demi Moore, donde el eje temático es sobre una mujer profesional y exitosa en la industria del entretenimiento que, al cumplir 50 años, es despedida de su empleo y ya no es considerada para continuar trabajando porque ya “está vieja y no es atractiva”, creándole múltiples inseguridades.
Su jefe, un hombre poco mayor que ella, pero también en su década de los cincuentas, se atreve a decirle de una forma por demás fría y calculadora “At Fifty, it´s end!”, “!A los cincuenta, se acabó!” y a partir de ahí se desencadena una serie de sucesos que no les voy a contar para que se hagan su propio criterio de esta película.
Después de ver ese largometraje, me hice esta pregunta: “Realmente a los 50, ¿Se acabó?, y mi respuesta inmediata fue: ¡claro que no!”, en cincuenta años se encierran muchas cosas: experiencia de vida, éxitos, fracasos, transformaciones profesionales y personales, pero al mismo tiempo existe un miedo aterrador a lo que la sociedad sigue imponiendo como virtud: no envejecer.
Hoy en día. cumplir cincuenta años para las mujeres es muy aplaudido diciendo que son “los nuevos cuarentas”, pero cuando los cumples te das cuenta de que es una sentencia para una sociedad como en la que vivimos, donde se enaltece la juventud como uno de los talentos más apreciados en el mundo, donde se promueve a toda costa lucir más joven y buscar todas aquellas fórmulas “anti-aging” para evitar que se note el envejecimiento y que te consideren obsoleta a pesar de estar actualizada en tu industria.
Este mismo fenómeno para los hombres es una proeza, ya que al cumplir cincuenta años ellos son descritos por la sociedad como “en edad interesante”, ya sea por sus canas, por sus arrugas, por su cuerpo trabajado de gimnasio (¡no en todos los casos!) y también por sus logros profesionales. ¿Y saben qué? ¡Todos! ¡Absolutamente todos! envejecemos todos los días y nadie se va a escapar de cumplir 50 años.
¿Les suena familiar lo anterior? Quiero decirles queridos lectores que la edad no se puede ocultar, y mucho menos en temas profesionales, porque ¡el Curriculum no miente! Tus años de trayectoria son la prueba mas fiel de la edad que tienes y eso no debería de ser motivo de vergüenza, al contrario, los años de experiencia son motivo de orgullo y deberían ser más apreciados por los departamentos de reclutamiento y selección de las empresas, pero sobre todo por los hiring managers.
Si realmente queremos como sociedad y como empresas contribuir a la equidad de genero en toda la extensión de la palabra, evitemos el edadismo, evitemos hacer bromas de mal gusto sobre la edad de una mujer, consideremos a las mujeres en sus cincuentas para puestos clave, busquemos un equilibrio donde distintas generaciones colaboren y aprendan unas de otras, eso es lo que realmente va a llevar a una sociedad globalizada al progreso.
Invito a las marcas, principalmente a las B2C, a que incluyan en su estrategia de marketing y comunicación, campañas enfocadas al target de mujeres de 50 años, se sorprenderían de la calidad de clientes leales que pueden tener en este rango de edad y además cambiarían la narrativa, porque lograrían conectar con personas reales desde la autenticidad y la empatía, creando algo especial para ellas.
Para algunas mujeres cumplir 50 años representa el inicio del fin, pero podemos cambiar la historia, cumplir 50 años puede representar un cambio significativo en nuestras vidas, este hito puede ser el comienzo de una nueva etapa con oportunidades diferentes, cambiando la percepción común sobre esta edad y digamos con orgullo: “A los cincuenta no se acaba, esto… ¡apenas comienza!”
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