El 29 de abril del 2009 es una fecha que algunos mexicanos no podrán olvidar, ese día la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que la influenza H1N1 fue una pandemia.
La influenza o gripe porcina se detectó por primera vez en Estados Unidos, seguido por México y Canadá. La gripe porcina es producida por una enfermedad respiratoria de los cerdos, la influenza tipo A, la cual regularmente ocasiona padecimientos a los cerdos.
Ante la pandemia México tomó medidas sanitarias, se suspendieron las clases en todos los niveles educativos y territorio nacional, se cancelaron actividades en sitios públicos, y se realizó la difusión de medidas sanitarias.
Las tiendas de autoservicio y departamentales fueron las más beneficiadas en ese entonces, las compras de pánico no se hicieron esperar y ascendieron a 71 mil 100 millones de pesos en el mes de mayo de ese mismo año.
El sector minorista acumuló ventas por 323.7 mil millones de pesos, 14.1 por ciento mas que entre enero y mayo del 2009, revelaron datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
En ese año, el presidente de la ANTAD, Vicente Yánez Solloa dijo que el sector minorista no puede considerarse beneficiado por la alerta epidemiológica, sino que trabajó para evitar las ventas de pánico, la escasez de productos y la generación de mercados negros.
En el reporte de mayo de ese mismo año la ANTAD informó que los productos más vendidos fueron comestibles, con un aumento de 2 por ciento; otros fueron comida preparada, alimentos congelados, lecha, derivados lácteos y panadería, con un incremento de 4.3 por ciento.
Además los productos para el cuidado personal e higiene tuvieron un aumento de 5.1 por ciento, mayo significó un crecimiento nominal en ventas de 0.1 por ciento en tiendas iguales, cifra impulsada por el crecimiento de 2.9 por ciento en las tiendas de autoservicio.
Datos de la ANTAD de 2009, señalan que los productos menos comprados fueron ropa y calzado con una disminución de 5.8 por ciento.
La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica estimó pérdidas en cines de 268 millones de pesos en un periodo del 25 de abril al 5 de mayo. Otro sector que también sufrió consecuencias fue el turístico.
La aviación tuvo una caída de 20 a 25 por ciento de pasajeros, la ocupación hotelera fue de 14.79 por ciento comparado con el promedio de 55 por ciento.
Durante la cuarta semana de abril que inició la contingencia sanitaria y al 6 de mayo la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco y Servytur) reportaron que los establecimientos comerciales disminuyeron sus ventas un 60 por ciento en promedio, principalmente por la ausencia de consumidores, lo que estimó una pérdida de 8 mil 220 millones de pesos.
La cancelación y aplazamiento de eventos como ferias, exposiciones, congresos y convenciones se calculó en una pérdida de 480 millones de pesos, uno de los eventos más importantes que se vió afectado fue el Vive Latino, se encontraba programado para los días 16 y 17 de mayo en el Foro Sol.
Debido al aumento de contagios y muertes, Ocesa decidió cancelarlo por el riesgo de la influenza, ya que representaba un riesgo para los asistentes y el país, así como las bandas del cartel.
Con la llegada del Coronavirus es importante no bajar la guardia, a diez años de estos sucesos es importante que aprendamos la lección que dejó la pandemia de la influenza.
Tanto pequeños, medianos y grandes comercios deben tomar precauciones para que tanto como clientes y colaboradores no se vean afectados por la llegada del Coronavirus a México.
