Elmo y otras botargas callejeras han molestado al alcalde de New York, quien pretende regularlos para evitar que tomen las calles promoviendo las marcas de sus diversos personajes. En el imaginario neoyorkino, hasta las botargas son una amenaza para la comunidad judía, las marcas y los superhéroes se rebelan.
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Las botargas de distintos personajes de fantasía, como Micky Mouse y el monstruo come galletas, que viven el día a día de montarse en el disfraz y dejarse tomar fotos en Times Square, podrían comenzar a pagar impuestos, ya que según el diario El Clarín y Milenio, al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio le interesa que se regulen.
La tradición del Street marketing de la botarga es algo podría perderse si estas políticas se concretan. La foto en el parque es, una de las activaciones más genuinas de promoción de marca.
La rebelión en el parque
Algunos han sido maltratados y, en respuesta a las agresiones se han tornado violentos. Hace un mes, un hombre que se disfraza de Spider Man, fue arrestado porque supuestamente golpeó a un policía, por haberle dicho que dejara de acosar a los turistas.
Otros casos de botargas que se violentan como parte del trabajo han sido reportadas en la Gran Manzana. Por ejemplo: Elmo fue acusado de lanzar un insulto contra la comunidad judía, el monstruo come galletas de empujar a un niño de 2 años; Mario Bros de manosear a una mujer y Spider Man de golpear a una mujer que no le quiso pagar y le arrojó nieve, por lo que la reacción del superhéroe fue desmedida.