Una de las series animadas más populares que comenzó en la pantalla chica y terminó siendo un producto muy aprovechado en el Below the line es la de Los Simpson, ya que hoy día vemos cómo los personajes de esta historia de sátira estadounidense creada por Matt Groening para Fox Broadcasting Company aparecen en múltiples productos con mayor rentabilidad en el punto de venta.
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Un ejemplo son las rosquillas que tanto disfruta Homero. Varias tiendas comerciales y panaderías incluyeron en su catálogo las donas rosas decoradas con virutas. Algunas hasta vienen presentadas en una caja ilustrada con esta familia de clase media.
Los Simpson también han inspirado a la industria de los juegos de mesa, a la venta se encuentran juegos tales como Scrabble, Monopoly, Jeopardy, Operation, piezas de Lego, Qué es lo que haría Homero o Trading Card Game; videojuegos como The Simpsons: Bart vs the Space Mutants, Krusty’s Fun House y Krusty’s Super Fun House y también dos máquinas de pinball.
En cuando a las historietas, Jeff Albertson, el vendedor de cómics de la Mazmorra del Androide, no fue la excepción para empujar a los creativos a que lanzaran numerosas publicaciones relacionadas con esta serie animada. Bongo Comics es un ejemplo.
Un dato curioso es que la expresión de fastidio de Homero “D’oh!” se incluyó en el Oxford English Dictionary, y además los rostros de los Simpson ya formaron parte de los sellos postales del Servicio Postal de Estados Unidos.
Si bien el branding emocional ha sido parte fundamental de esta marca “amarilla”, ya que su gran influencia ha hecho que los espectadores los lleven en productos como pósters, playeras, artículos promocionales, y que incluso quieran ser parte del fenómeno.
En Orlando, Florida, los usuarios pueden visitar un parque temático llamado Krustyland, el cual está ambientado con los personajes de la serie, entre ellos, el payaso Krusty, tal y como lo vimos en uno de los capítulos.
Pero el camino por el Below the line no termina ahí. En la película de Los Simpson se recrean 12 tiendas de 7-Eleven en los que se comercializa la Buzz Cola y los cereales Krusty-O, mientras que en la serie se da especial cabida a grupos musicales como los Beatles. Todo un product placement.
Sin duda, la aceptación e influencia de Los Simpson ha creado toda una industria de merchandising.
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