Patricia Toledo Reyes, Directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos para Latinoamérica Norte en Syngenta Agro, es licenciada en mercadotecnia con especialización en negocios internacionales por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), así como una maestría en Agronegocios por el Colegio de Postgraduados, donde su pasión por entender y buscar mejoras para este sector terminó de cosecharse. Siempre busca mantenerse actualizada y actualmente, se encuentra cursando el Programa de Chief Sustainable Officer del MIT, con el fin de profundizar sobre las tendencias e innovaciones en la materia.
Se siento orgullosa de haber establecido la práctica de Asuntos Corporativos en Syngenta México, liderar la estrategia de Sostenibilidad y Reputación y, entre otros logros, el establecimiento de alianzas estratégicas con el sector privado e instituciones como CIMMYT, UNAM y la Red de Agricultura Sostenible, el Consejo Nacional Agropecuario en México; con la Universidad de Costa Rica; la Universidad del Bosque, en Colombia, y el IICA a nivel regional. Lleva 23 años en el sector y es una fiel creyente de que hay una forma más sostenible de producir alimentos y garantizar la seguridad alimentaria de las siguientes generaciones.
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Desde tu expertise, ¿cuáles son las estrategias de comunicación/marketing que consideras han sido exitosas en tu camino de liderazgo?
Ha habido muchos hitos relevantes en los que he estado involucrada, pero podría citar el caso más reciente. Desde hace 10 años, en Syngenta decidimos maximizar la productividad y la calidad de los alimentos, mientras restauramos la salud de nuestro planeta. En este marco, presentamos e implementamos a nivel global y en México nuestro Plan para una Alimentación Sostenible que nos ha permitido contribuir con al menos 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tan solo en 2022 a nivel global, invertimos más de 289 millones de dólares en programas de agricultura sostenible (estaremos dando a conocer la cantidad que corresponde a 2023 en el Q3 de este año), lo que representa una inversión de 1,325 millones de dólares desde 2020. Asimismo, ayudamos a los agricultores a producir más de dos millones de toneladas de cultivos con iniciativas para reducir los residuos, beneficiamos seis millones de hectáreas de tierras de cultivo y capacitamos a 12.9 millones de personas en el uso seguro de nuestros productos.
Desde la perspectiva gremial, he logrado articular la agenda de Sostenibilidad y Responsabilidad Social para nuestro sector y los integrantes del Consejo Nacional Agropecuario, en el cual representamos más del 85% del PIB agroalimentario. Desde este rol, se ha establecido una ruta crítica para sumar esfuerzos en prácticas sostenibles y contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que nos hemos trazado.
No se trata solo de crear campañas de marketing o estrategias de negocios: hay que tener una visión agroecosistémica que atienda las tres perspectivas de la sostenibilidad (ambiental, económico y social) e identificar esa causa o propósito social y que favorezca a nuestras comunidades, aquellas en donde operamos y al planeta mismo.
La realidad del cambio climático nos obliga a trabajar sobre un modelo diferente, uno que pueda transformar la agricultura de un reto a una solución, que pueda contribuir a la productividad y rentabilidad del sector y acercarnos a todos a la naturaleza.
La agricultura puede regenerar los recursos. Los suelos pueden ser una fuente de energía para extraer el exceso de carbono de la atmósfera, absorber el exceso de agua de lluvia y promover el incremento de la biodiversidad. También hay evidencia clara de que la calidad del suelo afecta la calidad de los alimentos, esto hace de la agricultura sostenible algo indispensable, en el ámbito ambiental, pero también en el social.
Aunado a lo anterior y sumando a esta pregunta, en 2023 en Syngenta pasamos de la agenda a la acción y, manteniendo al agricultor al centro de todo lo que hacemos, desarrollamos una estrategia de comunicación de alto aliento que nos permitió posicionar los resultados del Plan para una Alimentación Sostenible, basado en innovación y prácticas sostenibles por cultivo, y sumar a un sinnúmero de aliados a nuestra causa, aliados que se comprometieron a seguir transformando la agricultura desde sus diferentes trincheras.
¿Cuál consideras que es la importancia del rol de la mujer en puestos de liderazgo?
La participación de las mujeres en puestos de liderazgo es fundamental. Tanto así que en Syngenta cultivamos el talento femenino a todos los niveles, incluidos los puestos de liderazgo. A nivel global, la compañía se rige por tres principios de empoderamiento de nuestras colaboradoras:
– We Are All Accountable, que involucra al liderazgo y a todos los niveles de la compañía; #InspireInclusion, para crear una atmósfera de inclusión y apoyo).
-#InspireInclusion, un recordatorio de que un mundo más incluyente para las mujeres no es solo una aspiración, sino una realidad.
– Intersection Matters, para reconocer que todas las mujeres pueden experimentar diferentes niveles de discriminación o desventaja social, con motivos de raza, orientación sexual o nivel socioeconómico.
Hoy, 40.6% de nuestro personal en Syngenta a nivel global está conformado por mujeres apasionadas por crear un mejor futuro para el campo y México no es la excepción, pues hemos logrado paridad en el equipo de liderazgo de la región, además de estar verdaderamente comprometidos con la Diversidad, la Equidad y la Inclusión, que son componentes indispensables.
De tu liderazgo, ¿qué legado o enseñanza te gustaría dejarles a las próximas generaciones de mujeres líderes?
Soy de la idea de que, no solo a las mujeres, sino a todas las próximas generaciones, hay que incentivarlas para que volteen al campo, que vean que es una oportunidad de desarrollo profesional y personal maravillosa. Yo creo que pocas cosas son tan nobles como estar en un sector que produce el alimento de nuestra sociedad. Y también hay que mostrarle a las y los jóvenes que el campo sí es rentable, que puede ser un buen negocio y que puede cultivarse de otras formas.
El mundo necesita más jóvenes convencidos de que una agricultura sostenible sí es posible. Como mexicana, tengo el privilegio de trabajar en un sector estratégico y resiliente que es clave tanto para el desarrollo de mi país, como el de todo el planeta. Eso nos debe concientizar sobre la necesidad de entender a la cadena de valor de producción de alimentos, como una multidimensional, que nos convoca a todos quienes formamos parte de sus diversos eslabones. Solo así podremos hacer de la agricultura y de la seguridad alimentaria, un modelo sostenible.
¿Qué cambiarías o has cambiado para que la industria en donde te desenvuelves sea más incluyente?
He sido partícipe e impulsora de las diferentes iniciativas de equidad de género dentro de la compañía. Como parte de una compañía que se toma la diversidad e inclusión muy en serio, me siento respaldada y con las herramientas para poder integrar equipos más balanceados, con una perspectiva más amplia. Gracias a ello, y al increíble impulso de liderazgo en nuestros diferentes mercados. Parece cualquier cosa, pero es todo un logro para una compañía en este sector, en donde aún queda mucho por hacer si queremos lograr que nuestro techo, sea el piso de las niñas y mujeres del futuro y que sean ellas quienes construyan un mundo mucho más balanceado.
¿Cuáles son tus hobbies y de qué forma han impactado en tu liderazgo?
Una de las actividades que más disfruto es leer, aprender sobre mis temas predilectos (sostenibilidad, liderazgo, historias de mujeres que han transformado el mundo a lo largo de la historia) y, por supuesto, viajar.
Pero otra cosa que disfruto genuinamente es conocer las historias de vida de las y los productores con los que trabajamos. Hay que salir de nuestra burbuja para ver otras realidades. Soy de la idea de que esta es la mejor forma de conocer el mercado al que estás atendiendo: escuchando a quienes están en la línea de batalla diariamente y que necesitan encontrar las soluciones más eficientes para garantizar la productividad y rentabilidad de sus cultivos, los agricultores. Esto te da perspectiva y profundidad para comprender cómo en Syngenta estamos transformando la agricultura, estamos brindando herramientas al agricultor, estamos cambiando la forma de producir alimentos y qué podemos mejorar hacia el futuro.
¿Qué es lo que más aprecias de la vida?
La oportunidad que tengo desde mi puesto en Syngenta es invaluable. Represento a más de 20 países, lo cual es una responsabilidad y una satisfacción muy grande. Estoy en una posición que no sólo me permite movilizar a diversos actores hacia un mundo mejor, sino ir más allá. Este rol me permite desarrollar a mi equipo directo, los múltiples equipos con quienes trabajo, liderar el cambio acompañando el desarrollo de otras y otros y apostar por el desarrollo sostenible. Y del lado gremial, desde los cargos que ocupo en diferentes organismos especializados, me siento muy satisfecha por coincidir con personas que te suman y que, al igual que yo, buscan el cómo sí. Así que lo que más aprecio de la vida, en estos momentos, es poder estar junto a personas que resuenan con mi propia visión de vida.
¿Cómo te gustaría ser recordada?
lguien me dijo alguna vez que la historia siempre nos coloca a todos en el lugar correcto. Pero, si pudiera elegir, me gustaría que un día alguien me recuerde por mis acciones para incidir en la agenda pública en favor de una agricultura sostenible, una persona que logró convocar aliados para lograr un mejor planeta y abrió puertas para más mujeres empoderadas. Soy muy apasionada cuando hablo del tema, me gusta debatir y no quito nunca el dedo del renglón, entonces creo que esa sería una linda imagen para recordar.