Se dice que el desarrollo de un país se ve en la salud de su población, lo que equivaldría a decir que estamos muy mal, porque México tiene severos problemas de salud.
Un elevado porcentaje de personas con diabetes, afecciones cardiacas y obesidad en todas las edades, generando un gasto público en salud muy elevado.
Y para reducir este gasto -que de acuerdo con un estudio de la World Obesity Federation (WOF) en conjunto con el Research Triangle Institute (RTI), la obesidad en México tuvo un impacto económico del 2.1% en el Producto Interno Bruto (PIB) en 2019- y contribuir a un mejor estado de salud de la población, surgió la reforma a la Ley General de Salud (aprobada en octubre de 2019) para modificar el etiquetado de alimentos y de bebidas no alcohólicas, de tal forma que se explique en el empaque si el producto excede los niveles de calorías, azúcares añadidas, grasas y sodio establecidos por la Secretaría de Salud de una forma clara y sencilla para que toda la población lo entienda y tome mejores decisiones de consumo y compra.
A dos años y medio de aprobada esta ley, ¿Hemos cambiado nuestros hábitos de compra? ¿Nos han impactado todas las campañas realizadas al respecto?
Es imposible decir que no, porque la información ocupó mucho espacio en los medios y durante bastante tiempo como para ignorarla.
Hoy día si vamos al supermercado es común ver la infinidad de productos empacados que contiene sellos de advertencia, uno, dos ó más. Veamos un ejemplo tan sólo en las bebidas, ya que México es uno de los principales consumidores de refrescos en el mundo, y qué decir de los jugos empacados.
En la categoría de refrescos nadie se salva excepto las aguas gasificadas, y eso algunas, porque otras traen el sello de advertencia de exceso de sodio o calorías, principalmente en presentaciones de sabor.
En cuanto a los jugos empacados tenemos muchas marcas como Jumex, Boing, del Valle, Valle Redondo entre las más fuertes y, todas ellos han formado parte de nuestra vida.
El mercado de jugos empacados es muy demandado por los Millenials y por mamás de niños pequeños, por lo que hay que poner atención en el momento de la compra, ya que algunas presentaciones de la misma marca tienen sellos, otras no. Por ejemplo, Natura es la única que se ha mantenido fiel a sus principios de ofrecer jugo de fruta 100% natural, por lo que carece de sellos de advertencia en todas sus presentaciones.
El jugo en caja es uno de los preferidos de los mexicanos, debido a su accesibilidad y facilidad de transporte, y la mejor noticia es que el mercado se está recuperando.
En cuanto a tendencias, todos estamos conscientes de que la pandemia nos enseñó a valorar más nuestra salud, lo que tenemos y lo que compramos. Por ello la tendencia nos marca que cada día preferimos los productos naturales. Una buena señal para hacer valer nuestro derecho de adquirir productos que no sean nocivos a la salud.
De eso tratan los sellos de advertencia, de que al momento de ir de compras nos tomemos unos minutos antes de decidir qué queremos consumir.
Hoy día somos un sociedad mega informada. Mentiríamos si dijéramos que nos hace falta información de algún tema, si es así, es porque vivimos en zonas remotas donde es imposible el acceso al internet.
Hagamos conciencia de lo que adquirimos y convirtámonos en consumidores más responsables.
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