La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. Conocer el dato, expresado en toneladas de CO2 emitidas, es importante para tomar medidas y poner en marcha las iniciativas necesarias para reducirla al máximo, empezando por cada uno de nosotros en nuestro día a día.
Estas emisiones aceleran el cambio climático, como advierte la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y si no las neutralizamos a tiempo con la descarbonización de la economía y otras medidas, como los impuestos ambientales, en el futuro nos espera un mundo más inhóspito.
La sostenibilidad ya era una de las preocupaciones de la sociedad antes de la pandemia por Covid 19, pero ahora, después de la contingencia tomó más relevancia el compromiso de los consumidores con el medio ambiente. El green marketing da respuestas a esta inquietud a través de la promoción de productos y servicios seguros para el medio ambiente.
El green marketing es un concepto relativamente nuevo que implica la promoción de productos y servicios seguros para el medio ambiente. Implica el desarrollo, la fabricación, la promoción, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos y servicios de manera sostenible para que se cause el menor daño a la naturaleza. De esta forma, la comercialización de la oferta de la empresa se realiza en base a sus ventajas medioambientales.
Las actividades pueden incluir ajustes de productos, cambios en el proceso de producción, innovación publicitaria y empaques sostenibles. El objetivo principal es reducir los efectos adversos de los productos y su consumo y eliminación sobre el medio ambiente. Esto significa que los productos y servicios son ecológicos o se producen de forma ecológica, lo que no daña el medio ambiente.
Algunos objetivos concretos del green marketing son:
- Cumplir con la responsabilidad social corporativa.
- Reducir gastos.
- Mostrar lo respetuosas que son las ofertas de la empresa con el medio ambiente.
- Comunicar el mensaje ambiental de la marca.
- Implementar prácticas comerciales sostenibles y socialmente responsables.
Ejemplos de prácticas ambientales en productos y servicios son:
Coca-Cola: La marca impulsó el proyecto “Un mundo sin residuos”, con el compromiso de hacer que el 100% de sus envases sean 100% reciclables para 2030. Actualmente, la compañía introdujo su primer prototipo de botella de papel que pondrá en operación este verano.
Whole Foods: Una cadena de supermercados estadounidense, propiedad de Amazon, es mejor conocida por vender productos orgánicos, que no contienen grasas hidrogenadas, conservantes, edulcorantes, ni colorantes artificiales.
Starbucks: La cadena de cafeterías más grande del mundo con presencia en más de 70 países, promueve prácticas sostenibles en el cultivo de café.
The Body Shop: El gigante británico de los cosméticos y el cuidado de la piel ofrece productos libres de crueldad animal y con ingredientes naturales.
El green marketing implica un amplio espectro de actividades, para crear una imagen ecológica de la marca, para su público objetivo, tales como:
- Utilización de material reciclado y renovable para la producción.
- Uso de energía verde para la elaboración de productos, como energía solar, geotérmica y eólica.
- Reducción de embalaje del producto o implementar un embalaje ecológico.
- No utilizar materiales tóxicos, nocivos para el medio ambiente.
- Fabricación de productos reutilizables y reciclables.
En conclusión, el green marketing consiste en desarrollar y promover productos y servicios que cumplan con los requisitos del cliente, en términos de calidad, desempeño, asequibilidad, disponibilidad y seguridad, pero sin causar ningún daños al medio ambiente.
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