Aunque la canasta básica en México no incluye la crema, según el Gobierno de México, sí se trata de un producto que suele ponerse en diverso alimentos que entran en la dieta de los mexicanos.
Si bien cada marca mantiene un precio determinado para cada una de su presentaciones, una botella de medio kilo oscila entre los 22 y 27 pesos, dependiendo del fabricante, así como del punto de venta donde se comercializa, precio que en apariencia no se percibe muy alto, pero que para muchas personas que ganan el salario mínimo o que viven en condiciones de pobreza sí resulta alto.
Este producto alimenticio suele acompañar varios platillos, aún sin que se trate de una temporada especial, por lo que su consumo a nivel nacional sí es alto.
Ante esta predilección por la crema, y por hacer saber a los consumidores qué tipo de productos están consumiendo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), llevó a cabo un análisis a 21 marcas con presencia en anaqueles de tiendas en México.
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De acuerdo con el medio Animal Político, tras llevar a cabo un total de 5,183 pruebas a cremas y otras más de origen vegetal, durante un periodo que contempló del 27 de agosto al 11 de octubre de 2019, la instancia federal llegó a la conclusión de que, al menos 6 de esas 21 marcas, no cumplieron con normas o requerimientos mínimos que demanda el organismo regulador.
Según Profeco, y luego de realizar dicho análisis, estas fueron las marcas que carecen de normas mínimas que solicita la procuraduría para ser catalogadas como buenos productos:
- Flor de Alfa: falta de contenido mínimo de proteína, lo cual no empata con lo mencionado en su empaque.
- Camelia: en su presentación de 1 kilogramo, esta marca no cubrió un contenido mínimo de grasa para realmente ser considerada una crema ligera.
- Al Día: en su envase de 4 kilogramos registró deficiencias en cuanto al manejo sanitario se refiere.
- Abuelita: no cumplió con el mínimo de contenido de grasa requerido, esto en su packaging de 200 gramos.
- Chilchota: no informa al consumidor que su producto es de origen vegetal, ni en el empaque ni en etiquetado.
- Rancho Rancherita: aun cuando en su etiqueta dice que es bajo en grasa, este producto no cumple con esta característica.
Según información publicada por dicho medio noticioso, cada una de estas marcas podrían ser sancionadas, pues se trata de un incumplimiento con estándares básicos, además de que hay datos que no son revelados a los clientes.
Etiquetado, del contenido comercial a información real
Desde el año pasado el tema sobre los cambios en los etiquetados frontales ha sido uno de los más discutidos por organizaciones que defienden el derecho a la información real que tienen los consumidores, así como por parte de los fabricantes, distribuidores, gobierno y el propio consumidor.
Sin embargo, desde años atrás ya se había mencionado que el etiquetado frontal de muchos productos no era correcto y que carecía de datos básicos que el cliente debería conocer.
A inicios de enero de 2018, el doctor Simón Barquera Cervera, investigador y director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (Cinys), declaró a la Agencia Informativa Conacyt que la información nutrimental en los empaques de alimentos es era deficiente y escasa, pues no comunicaba sobre su nivel calórico, de sodio o grasas saturadas, algo que no permite a los clientes, dijo, tomar buenas decisiones de compra.
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