Aunque la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece que la clase media en México debería estar formada por el 61 por ciento de la población, la cifra vigente es del 45 por ciento. Por lo que esta clase social se ha mantenido relativamente estable.
Al respecto, la OCDE realizó recientemente el informe “Bajo presión: la reducción de la clase media”, en el que se reporta que para las nuevas generaciones, el alcanzar la clase media representa un reto, debido a que solo perciben cerca del 75 por ciento de ingresos en comparación con el 200 por ciento necesario para corresponder al nivel medio.
Del mismo modo, la OCDE, creo una herramienta de cálculo denominada “¿Perteneces a la clase media?” mediante la cual los ciudadanos de países específicos pueden saber si corresponden a la clase media; solo es necesario ingresar el número de integrantes de la familia nuclear, así como los ingresos recibidos de forma periódica.
Según los cálculos de esta herramienta, en México el promedio de ingresos en un hogar de dos personas, es de 7,128 pesos. De modo que si estos dos mexicanos reciben entre 5,346 y 14,256 pesos, corresponden a la clase media.
Por su parte, los mexicanos que reciben ingresos que rebasen los 14, 256 pesos corresponden a la clase alta, un sector del país con mayores ingresos que representa al 19 por ciento de la población.
Al respecto, la OCDE señala que es necesario implementar un plan de acción que contemple acceso a servicios públicos de alta calidad así como la cobertura de protección sociales, aplicando políticas que logren una oferta de vivienda accesible.
Del mismo modo, la organización apunta que también es necesaria una mayor inversión de sistemas de enseñanza y formación profesional.
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