Hay marcas que últimamente han tenido problemas económicos, debido a que su popularidad en el mercado ha disminuido y (claro está) que marcas competidoras con mayor valor agregado se han posicionado de manera vigorosa, al punto que captan aún más la lealtad del cliente.
Un ejemplo muy claro se encuentra en la industria de juguetes. Cada vez los niños consumidores eligen entretenerse y divertirse a través de dispositivos móviles, en comparación con niños de la pasada generación, que preferían un juguete o cualquier pasatiempo para compartir un buen rato en compañía de amigos o familiares.
A medida que la tecnología impacta en los productos de uso común, las expectativas de los consumidores desde niños hasta adultos ha cambiado y ha generado que las marcas cambien su estrategia de acuerdo a las demandas y necesidades, pero no solo de sus clientes en el mercado local, sino también tienen en cuenta lo que desea el consumidor en un mercado global.
Los profesionales de marketing y directivos deben tener en cuenta la forma en que opera el entorno en que en el cual compite la marca, porque son comportamientos muy sútiles de los cuales se puede extraer información relevante para hacer que una marca cause un impacto significativo a través de su estrategia de marketing.
¿Qué es el entorno global? Se trata del conjunto de fuerzas y condiciones que el mundo ofrece y que están más allá de los límites de una organización y, sobre todo, que afectan la manera en que opera una empresa, así como la forma en que entrega su oferta al consumidor.
Alguna de las fuerzas que se encuentran en este entorno global son: la fuerza tecnológica, la fuerza sociocultural, la fuerza demográfica, fuerzas políticas y legales así, como económicas. Otras condiciones que impactan en la operación de una empresa a a un nivel más específico son competidores, distribuidores, clientes y proveedores.
Es importante que se tengan en cuenta todos estos componentes, ya que afectan la capacidad en que se destinan los recursos dentro de una empresa, y la manera en que una marca puede desarrollar una mezcla comercial atractiva para el consumidor.
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