Existe una cantidad de información inimaginable con respecto al consumidor y su comportamiento al momento de realizar una compra. Del mismo modo, existen diferentes técnicas, tales como el mystery shopping, para conocer esta información a grandes rasgos y actuar en función de lo que representa.
Este método de investigación cualitativa, se basa en la evaluación de la empresa. Siendo así, la labor del mystery shopper es poner a prueba aspectos como el servicio al cliente durante todo su proceso y hasta el cierre de la venta.
Prácticamente, un mystery shopper se encarga de simular una compra ordinaria con el fin de detectar las oportunidades de los servidores y de la marca en general.
Una vez que este comprador misterioso se encuentra en el punto de venta, su labor es elegir un producto o servicio al azar y hacer preguntas que evalúen el manejo de información y el conocimiento que se tiene al respecto. Del mismo modo, se califican la conducta de los servidores y la atención recibida.
El proceso administrativo del mystery shopper
Una vez que el mystery shopper ha recolectado la información necesaria con respecto al punto de venta y a los colaboradores, es necesario un concentrado como parte de un informe que contenga además todos los detalles con respecto a la experiencia de compra. Por eso es importante que durante el contacto con todos los puntos, el comprador tome nota de todo lo que considera importante.
Al final de la compra, el mystery shopper completa la evaluación de cada aspecto con el fin de que la empresa reconozca sus oportunidades y cree estrategias para trabajar en mejorarlas.
Por su parte, el mystery shopper debe tener una personalidad extrovertida, además de ser perfectamente capaz de comunicarse y elaborar los informes posteriores a su compra. Por supuesto, esta persona debe ser una profesional en marketing.