Además de satisfacer las necesidades de los clientes con los que ya cuenta, las empresas deben buscar otros nuevos, con la finalidad de diversificar las fuentes de ingresos con los que ya cuenta en un determinado momento. Para adquirirlos, compañías como las agencias generan discursos conocidos, entre los que destaca el que se conoce como elevator pitch. No obstante, en su realización se pueden cometer algunos errores que hay que tener en cuenta para tratar de evitarlos. Al respecto mencionamos algunos de los puntos más importantes respecto a este tema.
Antes de entrar de lleno al tema, habrá que tener claro que significa elevator pitch, que se puede considerar como un discursos muy persuasivo en el cual se transmiten una propuesta para un cliente.
En el entendido de lo anterior, uno de los aspectos que puede perjudicar el desempeño del elevator pitch es no considerar al cliente al que se está dirigiendo dicho discurso. Si no se conoce qué es lo que les gusta, lo que prefieren y lo que no, difícilmente se podrá establecer una conexión con el público meta y se terminará generando un texto genérico e impersonal.
Una de las piezas clave de un elevator pitch es ofrecer un diferenciador respecto a lo que realiza la competencia. No brindarlo en la propuesta puede impedir que se capte la atención del público meta al que se quiere llegar.
Usualmente, para presentar un cualquier propuesta ante una empresa es necesario saber lo que está buscando y lo que quiere lograr, o sea, los objetivos que quiere conseguir. Con base en eso se construye todo el discurso, por lo que desconocerlos, ignorarlos o dejarlos de lado puede afectar el desempeño que tenga nuestro pitch.
Presentarlo con inseguridad o con dudad respecto a lo que se está proponiendo es otro de los aspectos que pueden afectar considerablemente el desempeño de este tipo de discursos.