La mercadotecnia se puede dividir, grosso modo, en cuatro grandes divisiones: la promo-activación, el marketing directo, el branding y, no menos importante, las relaciones públicas. Esta última categoría se centra en trabajar con la comunicación tanto externa como interna que hay en una empresa y se encarga de situaciones como las crisis de marca o el lanzamiento de un determinado producto. Para que ésta herramienta se utilice de manera exitosa se toman en cuenta distintos factores, entre los que destaca la velocidad con la que se soluciona un tema determinado y el bien trato que se brinda en todo momento.
Cuando se trabaja en relaciones públicas siempre se trabaja a contrarreloj, por lo que cumplir con la tareas encomendadas en tiempo y en forma es fundamental.
Cuando se es solicitada una información al departamento de relaciones públicas de una determinada empresa y ésta es entregada de manera rápida, puede generar una percepción positiva en el solicitante, sea este un medio de comunicación o incluso un individuo.
Para agilizar los tiempos con los que se trabaja en las relaciones públicas es necesario optimizar los procesos que tienen que ver, principal mas no exclusivamente, con la reparación de soluciones de información, su valoración y, por supuesto, su resolución.
Es necesario que, basados en los principios del total quality management, toda la empresa no sólo trabaje para optimizar sus recursos, sino para que también se midan todos los resultados que tienen cada una de las acciones que se toma y, con dicha información, poder mejorarlos. Esto, por supuesto, incluye las relaciones públicas, en las que se tendrán que tomar en cuenta las métricas, para brindar un mejor servicio.
Es importante que cualquier departamento de relaciones públicas no sólo trabaje en tiempos cada vez menores, sino que debe ser hecho siempre con amabilidad, procurando un trato cordial y respetuoso, con la finalidad de generar una buena percepción de la empresa y la marca.