El consumidor ha adoptado hábitos de compra que le permiten encontrar el mejor valor. En este entorno, el mercado se vuelve más competitivo, pero para las marcas es una oportunidad para marcar sus puntos de diferenciación.
Respecto a cómo la sostenibilidad agrega valor a las marcas, Nielsen en su reporte Unpacking the sustainability landscape, muestra que la sostenibilidad es un factor que genera innovación en las compañías que pretenden capturar mayores ventas.
De modo que las marcas que buscan entregar un nuevo valor al consumidor, deben invertir en elementos que redefinan su propuesta de valor, además de identificar sus puntos de valor para modificar su oferta o realizar futuros lanzamientos.
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Los millennials es uno de los mercados donde la sostenibilidad tiene un mayor significado. Datos de Nielsen, apuntan que los consumidores millennials son más propensos a tener hábitos de consumo amigables con el medio ambiente, en comparación con otras generaciones.
Más allá de iniciativas que promuevan la reutilización de materiales. La sostenibilidad se implementa desde la escucha de las necesidades del consumidor, con la finalidad de proporcionar un producto/servicio de calidad. Una investigación reciente de Nielsen, señala que 49 por ciento de los consumidores a nivel global declaran ser partidiarios de pagar un precio más alto por productos con estándares de alta calidad.
Sin duda, existen consumidores listos para consumir marcas sostenibles, y como señala Nielsen, están destinando un mayor presupuesto a marcas pro ambiente, más que otras generaciones.
El reporte The sustainability imperative de la consultora Nielsen, indica que 66 por ciento de los consumidores gastaría más por productos de marcas sostenibles.
El reto es desarrollar mensajes adecuados para comunicar esta diferenciación al consumidor. La creatividad, por ejemplo, es un elemento crucial para mostrar al consumidor los valores que representan a la marca.