Después de una larga espera, y después de todas las ovaciones que vino cosechando Roma (Roma, 2018) en el circuito de los festivales de cine, el pasado 24 de febrero se llevó a cabo la nonagésima primera entrega de los Premios Oscars, evento en el cual vimos a Alfonso Cuarón alzarse nuevamente con la estatuilla para el Mejor Director, premio que ya había en 2014 por Gravedad (Gravity, 2013). Sin embargo, este galardón, junto con el que se llevó por Mejor Foto y Mejor película extranjera, marcan un precedente importante, porque es la primera vez que una película distribuida por streaming (Netflix) gana estos galardones.
Cabe destacar que hace algunos años, Netflix intentó participar en el circuito de eventos de cine con una producción propia Okja (Okja, 2017), sin embargo, en el Festival de Cine de Cannes, uno de los más importantes de la industria cinematográfica, pidió en conditio sine qua non que las producciones participantes fueran proyectadas en una sala de cine.
Años después llega Roma, la cual, si bien ha sido proyectada en algunos venues como la Cineteca Nacional o el Centro Cultural Los Pinos, la distribución oficial de Roma fue realizada on demand por la plataforma streaming de Netflix.
Sin embargo, pero no sólo Netflix con Roma ha llegado a los Oscars, sino que Manchester junto al mar (Manchester by the sea, 2016), la cual fue distribuida por Amazon Studios, también estuvo nominada a la categoría de Mejor Película en 2017.
¿Qué fue lo que ganó Netflix con la promoción de Roma para que ganara varios Oscars (la cual, según dicen varias fuentes, fue incluso superior a la cifra que se invirtió para la producción del filme)? Al ser reconocida por instituciones del mundo de cinematográfico, la plataforma no sólo se promociona (y aumenta su engagement y su branding), sino que le proporciona un nuevo status a los materiales que genera y distribuye.
