Aunque se habla de e-commerce como generalidad, lo cierto es que existen distintos tipo y cada uno funciona de un modo particular. Uno de los modos más habituales en los que se presenta es el que se conoce como C2C o consumer to consumer (consumidor a consumidor). ¿Qué hay que considerar para que se lleve a cabo correctamente? En las siguientes líneas hablaremos un poco más sobre este tema.
Este tipo de comercio electrónico se lleva a cabo cuando una persona le vende un producto o servicio a otra persona. Aunque parezca algo muy elemental, lo cierto es que este tipo de transacción tiene sus bemoles.
El vendedor digital puede ofrecer sus productos por medio de distintos canales: desde las redes sociales hasta su propio sitio web. Lo importante es que sepa elegir adecuadamente medio en el que se va a presentar.
Aunque actualmente sitios como Facebook ya ofrecen espacios para que se puedas llevar a cabo el e-commerce C2C, lo cierto es que siempre será mejor contar con un sitio web (que tenga tanto los productos como datos de contacto), no sólo para que el cliente pueda revisarlos mejor, sino para que sienta una mayor confianza.
Es importante además ofrecer distintas formas de pago: desde la transacción en efectivo hasta el pago por PayPal, para que el cliente pueda realizar su compra sin mayor problema. También es importante que cuente con sellos y certificados de seguridad, para que la gente sienta mucho más confianza al realizar su compra.
Ofrecer promociones y descuentos pueden ayudar considerablemente las ventas que una persona tiene en el e-commerce C2C. Puesto que, además de que es un buen incentivo para el consumo, es una gran forma de fomentar la rotación del stock.
Finalmente ofrecer envíos por correo o incluso entregar en un punto previamente acordado son un par de las formas más comunes que se utilizan en el C2C; sin embargo, si se pueden diversificar las opciones, esto puede ser más atractivo para los clientes.