El pasado domingo 20 de mayo, en punto de las 21:30 de horas, en Tijuana se llevó a cabo del segundo debate presidencial, en el cual estuvieron presente los candidatos de las coaliciones Por México al frente, Ricardo Anaya; Todos por México, José Antonio Meade; Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, y el postulante independiente, Jaime Rodríguez, “El Bronco”. El tema principal del diálogo y presentación de argumentos del día de ayer fue migración y comercio exterior.
Uno de los principales temas que se platicó en este segundo debate presidencial fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Mientras que la postura de Jaime Rodríguez, “El Bronco”, fue la de que no tenemos que depender de Estados Unidos al momento de entablar un acuerdo comercial con la nación vecina. Mientras que para comenzar a trabajar una política exterior primero hay que fortalecer la interna. Entre tanto, Ricardo Anaya y José Antonio Meade coincidieron al comentar que, en dado caso de que uno u otro resulte electo presidente, no permitirá insultos como los que ha hecho Donald Trump a los mexicanos y a los inmigrantes.
Si bien, al parecer todos los candidatos coincidieron que para que las relaciones entre México y Estados Unidos puedan entablarse y encaminarse hacia un progreso mutuo es por medio del respeto.
De igual modo, otro de los temas económicos importante que surgió en el segundo debate presidencial fue el salario. Nuevamente, los candidatos coincidieron en que debe ajustarse a las necesidades de los mexicanos. Por ejemplo, Andrés Manuel explicó que buscará duplicarlo, mientras que Anaya comentó que subiría primero 100 pesos y que posteriormente se iría reajustando.
Sin embargo, el gran tema ausente, y a relativamente poco tiempo de que México formalizó su participación en el TTP 11, fue la relación comercial que nuestro país tendría con otras naciones. ¿Cómo se formarán otras alianzas comerciales tan fuertes como las que se crearon con el TLCAN? Es una pregunta que no fue tocada.
Tampoco se aclaró como se buscaría resguardar a los mexicanos que radican en el extranjero, no sólo en Estados Unidos.
