Por muchos años se pensó en el consumidor como un ente pasivo, que sólo compraba, pero que se mantenía relativamente ajeno a la cadena de producción de un determinado producto. Como un gran parteaguas (no sólo e la historia del marketing BTL sino también de la humanidad), el internet ha determinado la evolución de quienes consumen. Esto ha derivado en lo que actualmente de denomina como prosumidor. ¿A qué se refiere este término? ¿Cuál es su importancia en el marketing directo? Sobre esto hablaremos en las siguientes líneas.
Se puede definir el término prosumidor como la unión de dos conceptos: el consumidor y el productor, roles que juega una persona al mismo tiempo por medio de la generación de contenidos e información sobre una marca o un producto, lo cual hace sin fines de lucro, de acuerdo con datos de ISBSchool y de Saraclip.
El prosumidor, por un lado, adquiere y consume productos, pero, por otro lado, también genera información sobre el mismo, reseñas y comentarios, que pueden ser tomados en cuenta por otras personas (y que influyen en su decisión de compra), pero que en muchas ocasiones también son recogidos por las empresas para innovar sus productos.
Gracias precisamente al internet y a la creación de sitios como foros o las redes sociales, cada día son más las personas que comunican con la comunidad digital sus experiencias de consumo. Dichos datos (que son de distintos tipos), crecen exponencialmente en velocidad y volumen. Por lo que para ser procesados y transformados en información, y posteriormente en conocimiento, son analizados por medio de big data.
El resultado de la información generada por el prosumidor y analizada por medio de big data puede ser usada para generar campañas de promoción personalizadas, mejorar la atención al cliente por medio de la detección de quejas y el desarrollo estrategias digitales, entre otras cosas.
