Sin importar si eres un retailer o si eres un comprador que requiere llevar su contabilidad, es importante realizar tus declaraciones y facturación de modo correcto. Por este motivo, y para evitar futuras multas y recargos (además de cierta incomodidad), es importante mantenerse actualizado sobre las disposiciones que realiza el gobierno para hacer estos trámites. El más reciente e importante de los cambios es la implementación de la factura 3.3, sobre la cual te platicaremos en las siguientes líneas.
¿Qué es la facturación 3.3?
Las empresas (sean del tamaño que fueren), los clientes que reciben sus pagos por honorarios y los freelances (como muchas personas que trabajan en agencias) deben recibir y emitir facturas. O sea, un recibo del dinero que pasa de una cuenta a otra. Esto con el fin de poder cubrir correctamente los impuestos.
El modo de facturar ha cambiado con los años. Hace algún tiempo se hacía por medio de facturas en papel, posteriormente se migró a la electrónica. Sin embargo, esta última se ha modificado, arreglando algunos detalles que tenía y agregando algunas cosas, de acuerdo con información de Digibox.
¿Qué cambió con la facturación 3.3?
Hubo algunos cambios que es importante tener en cuenta: la adición de nuevos comprobantes (de nómina y de recepción de pagos), el registro de los conceptos de los impuestos y finalmente se han añadido catálogos para que el registro de la información de los contribuyentes sea mucho más homogénea, según comenta Digibox.
¿Para qué el cambio a la facturación 3.3?
Este tipo de facturación cuenta con distintos beneficios entre los que se encuentra, de acuerdo con datos de W Radio, aumentar la calidad de la información en las facturas, que la plataforma sea mucho más fácil de utilizar, pero sobre todo para evitar prácticas inadecuadas.
Una de las cuestiones que destaca este medio informativo es que el contribuyente podrá visitar su buzón tributario y encontrará información sobre aquello en lo que podrá gastar y que sea deducible.
Cerca de 1.5 millones contribuyentes están registrados en el régimen de honorarios, de acuerdo con información de El Economista, quienes deben prestar mucha importancia a este cambio.