El marketing de experiencia o experiential marketing es una campaña parte de guerrilla marketing y se caracteriza por su alta interacción entre el consumidor y la marca.
Su intención primaria es conseguir forjar un lazo entre el público y la marca por medio de una experiencia vívida. La estrategia se vale de la respuesta emocional que se desata gracias a la interacción. Con esto, se logra asociar sensaciones con el producto en cuestión.
El marketing de experiencia, las marcas a otro nivel
En dicha táctica lo que más preocupa es brindar una experiencia de compra de valor. Las relaciones generadas después de vivir este tipo de estrategia, son muy fuertes. Con este modelo se explora y se trabaja con las sensaciones del cliente meta.
Así, es necesario apelar a los cinco conceptos básicos al poner en marcha una campaña así: sensorial, afectivo, cognitivo, físico y de identidad.
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- La sensibilidad intentará comunicarse directamente con los órganos de los sentidos.
- El nivel afectivo se verá empeñado en despertar sentimientos o estados de sensibilidad.
- Cuando se hable del concepto cognitivo, será el estado de conocer y reconocer, habrá que conseguir que el público se cuestione, defina pensamientos y conocimiento así como consiga la victoria en ciertos retos.
- Al tratar el tema físico, se debe intentar llevar al público a realizar acciones impactantes con la finalidad de crear un impacto positivo en la manera en que se va a relacionar de ahora en adelante con la marca.
- El nivel de la identidad se concentra en las percepciones que los consumidores forjan con la marca. Las experiencias deben conectar con el nivel social, a nivel comunidad, incluso con la personalidad de cada uno.
Los ejemplos de marketing de experiencia
Vans reacondicionó un espacio que los skater aprovechan.
Por medio de una experiencia se asocia esta marca de agua con las calorías perdidas al pedalear.