Actualmente tanto las tiendas minoristas offline como cualquier tienda en general deben ofrecer a sus visitantes una experiencia que logre generar engagement. El empowerment es una de ellas.
Recientemente les compartimos que el panorama para los retailers físicos no es muy alentador debido a las nuevas tendencias de eCommerce; la Era digital está propiciando en los shoppers una evolución hacia lo cibernético, dejando de lado las compras tradicionales en tiendas offline.
Ante ello, es importante imponer un diferenciador de calidad que las tiendas online no puedan ofrecer. Una de estas estrategias es el servicio al cliente. Para lograr que esta herramienta beneficie a las tiendas y a los clientes, el empowerment es indispensable.
El empowerment busca perfeccionar con capacitación a sus empleados por medio de motivación y delegación de poder con el fin de obtener los mejores resultados para la empresa y para el cliente. Delegarle al empleado autoridad y hacerlo sentir que él es dueño de su propio negocio; es fundamental en el empowerment.
De este modo, la implementación de dicha función beneficia a los vendedores, ya que ellos son quienes se encuentran cara a cara con el comprador.
Entre sus principales beneficios se encuentran:
- Personalización. Un cliente siempre agradecerá la calidez humana por parte del vendedor; siempre y cuando este le brinde un buen servicio y le ayude a encontrar lo que buscaba.
- El contacto humano es parte de la experiencia de compra; por ello, los vendedores deben guiar y atender al cliente tratando de cubrir sus necesidades en cuanto al producto deseado.
- Especialistas de todo el mundo afirman que una buena experiencia de compra influye en la decisión positiva del cliente; además de generar engagement y un vínculo importante en este proceso es el que se crea entre el vendedor y el shopper.
- El vendedor puede ser parte de una experiencia sensorial si le muestra el producto al cliente. La estrategia del naked product y el servicio del vendedor hacen una buena mancuerna.
- El empowerment influye en el personal que atiende a los consumidores de una forma positiva; ya que si ellos se sienten bien haciendo su trabajo, lo contagiarán a los clientes.