En alguna ocasión, Rubén Treviño, autor del libro Publicidad: Comunicación Integral en Marketing, definió al co-branding como un esfuerzo en donde se unen las cualidades de dos marcas o productos para poner de manifiesto algo que puede tener un resultado enloquecedor.
Si bien las estrategias de co-branding maximizan la efectividad de las marcas en los diferentes objetivos que tengan, ya sea en promociones, lanzamientos, ediciones especiales, etcétera.
Al final de cuentas, la clave es llegar a un consumidor afín para las marcas involucradas. Además, el resultado del co-branding puede ser muy bueno por las siguientes razones:
1) Generalmente las estrategias de co-branding maximizan la efectividad de las marcas, pues cuando suman también ahorran al momento de comunicar, pero sobre todo, crean una ventaja competitiva que les dé un diferenciador frente a los demás.
2) Conectar lo mejor de dos mundos en búsqueda de la satisfacción del cliente.
3) Tener un ROI más eficiente y a su vez dar mejores resultados a inversionistas y clientes.
4) Ofrecer una experiencia e impactar en el estilo de vida de los usuarios.
5) Crear grandes estrategias de branding en conjunto.
En suma, con el objetivo de que una estrategia de co-branding constituya el dúo perfecto para las marcas se debe hacer una buena pareja, además podría haber combinaciones divertidas de marcas que “aparentemente” no tienen nada que ver, pero su filosofía sí.