Hace más de 4 años se me ocurrió etiquetar a las personas por la tribu urbana a la que pertenecían. Parecía una locura, ¿Cómo me atrevía a etiquetar a las personas si somos únicos e irrepetibles me gritaron muchos?
No se trata de un ejercicio de discriminación porque la mercadotecnia no discrimina, sólo segmenta. Fui acusado por discriminar a las personas y de etiquetarlas. Eso, en su momento, no me importó. Yo sólo quería jugar con mi identidad y la identidad de los otros. Dichos argumentos en contra de mi concepto estaban muy alejados de la realidad.
La mercadotecnia tribal consiste en observar los hábitos de compra, las necesidades y los deseos ocultos de las personas que conforman una economía. Se basa en atender la construcción de la identidad de cada persona y con ello adelantarse para conocerla mejor en cuanto a la perspectiva de mercadotecnia. Nada más ingenuo que lograr mayor vinculación y sintonía entre los clientes y las marcas. Va mucho más allá de argumentos de discriminación de las personas y sus derechos humanos.
La mercadotecnia tribal es un proceso orgánico y natural de observación profunda de los clientes, su identidad y sus personalidades. Tiene un nacimiento espontáneo y vivo como lo es la sociedad. Nadie lo ha inventado, es un consenso vivo.
Evangelizar a los agentes de las mercas en el entendimiento de las tribus de consumidores no ha sido un proceso fácil. Es muy frecuente que los miembros clave de la mercadotecnia de las marcas sufran miopía de taller y el día a día no los permita ver las nuevas tendencias y verdades de los clientes. Lo que muchas veces hago es lanzar mensajes contundentes y regulares para quizá alguno de ellos entre en razón. Algunos lo notan pero otros no.
El mercado es imparable y nos salpica de verdad todos los días. Los clientes no son ningunos tontos y le dan lecciones a las marcas más importantes. Mensajes que debemos de observar y acatar. Las marcas congruentes, que escuchan y dialogan con sus clientes son las que tienen más futuro.
Cuando veo a marcas como Starbucks que le preguntan a sus clientes de qué tribu urbana son, entiendo que ya las principales marcas ya están reaccionando ante la nueva actitud y argumentos de los clientes. Starbucks puede ser una marca controvertida, odiada por muchos y amada por otros tantos, pero lo que reconozco, es que es un marca alerta a lo mensajes de los clientes que busca encantar.
Hace poco, lanzó un nuevo menú tribal que indirectamente le pregunta a sus clientes a qué tribu pertenecen. Hay Café de diseño para hipsters, godinez, fitness, intelectuales y zens, entre otros. No hay que ser un sabio ni un gurú para entender que esas tribus son los segmentos de mercado que atacan todos los días. Además de ofrecer “Customización” están midiendo qué tribu está más vinculada a la marca.
Conocer a los clientes está más allá de conocer argumentos fríos, insensibles y estadísticos del target. Es jugar con los clientes, interactuar y conocer cada día mejor la identidad de los que te compran. Les comparto aquí la publicación de Starbucks sobre su nuevo menú tribal: