Por Jaime Torres Fidalgo
Hace un par de semanas, tuve la oportunidad de asistir a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara y enseguida me sumergí en una profunda reflexión. Es realmente paradójico que en el país donde se leen en promedio 2.96 (casi 3) libros al año (hey, la cifra se triplicó con respecto al año 2006), según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), se celebre también año con año, la segunda feria literaria más importante del mundo (secundando a la de Hamburgo, Alemania). Lo que demuestra que pocos mexicanos leemos, pero a gran parte de nosotros nos atrae la lectura y todo lo referente a la industria editorial.
Pero lo que atañe aquí con respecto a la comunicación BTL, es que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es también y muy objetivamente, la feria más importante de México en cuanto a dimensión, afluencia, oportunidades y organización. Este año registró una afluencia de más de 606 mil asistentes (dos mil más que durante su edición pasada), lo que resulta muy llamativo, considerando el promedio de asistentes a una expo exitosa promedio en nuestro país: 10 mil a 20 mil asistentes. Llama también la atención que logró reunir a 1,925 editoriales (expositores) de distintos países y regiones de la República Mexicana bajo un mismo techo y que en ese foro se realizaron 455 presentaciones de libros.
Así que, si esto puede hacer esta feria organizada por la Universidad de Guadalajara por el ámbito editorial, no debemos subestimar el valor de una expo o feria comercial para impulsar nuestro negocio o producto en cualquiera que sea su ramo.
Las ferias y expos son una excelente herramienta para tener un contacto “cara a cara” con nuestro mercado potencial, obtener sus datos para implementar un plan de CRM y lo más importante: VENDER.
Existen muchas otras ferias y expos importantes en nuestro país como la Expo Ferretera, la Feria de Aguascalientes, Intermoda, Confitexpo, Expo Alimentaria y ExpoComm, por sólo citar algunas.
Quizá falte desarrollar más esta industria y aprovechar todas las bondades que sólo esta herramienta de mercadotecnia nos puede ofrecer: tener a una gran cantidad de clientes potenciales, interesados en conocer nuestro producto o servicio, conocernos personalmente y probarnos.
Quizá el único error de muchas expos y ferias comerciales, ha sido la falta de innovación y crecimiento. A nadie le gusta ir cada año al mismo evento a ver siempre lo mismo. La creatividad es el salvavidas del presente. Innovar o morir.