Desde la manera de vestir en la oficina, las quincenas, la mala alimentación y los romances en el trabajo, las ilustraciones del libro acompañan esos temas que, además de entretenernos, funcionan como una reflexión del que, aunque no queramos, es nuestro entorno.
“No es una burla a los Godínez, porque de hecho me parece que es de admirar a aquellos buenos Godínez que disfrutan su trabajo, que se quedan tiempo extra en la oficina y los que son buenos en lo que hacen”. Ha precisado en múltiples entrevistas el creador del manual.
Pinto también invita a sus lectores a “acabar con los malos Godínez”, a quienes considera una amenaza latente. “Existen aquellas personas que le dan un mal nombre a su empresa, que son flojos, que se roban las cosas de la oficina, los que llegan tarde… y eso no se vale”, dice.
“Todos somos o hemos tenido un poco de Godínez”, esta afirmación es difícil de negar pues en medio de las actividades rutinarias nos topamos con “la tanda” y “los tipos de tópers”, con la perdida de USBs y con los compañeros que marcan sus pertenencias con etiquetas o marcadores.
Algunos portales dedicados a la lectura comentan que es un libro que aquellos dedicados a la sociología deben de tener, pues presenta una radiografía cercana de cómo se desenvuelve la parte mecánica de la burocracia empresarial y gubernamental.
En un formato muy similar a su anterior manual, el de los Hipster, Jorge Pinto nos permite ver distintas aristas de esta clase trabajadora, para desde tales perfiles reconocer nuestro lado oscuro, pues al fin de cuentas, todos generamos experiencia por medio de la repetición, de la rutina, de la modosidad y paciencia, así que es momento de sacarle provecho a los puntos que consideremos positivos y tomar con gracia los que creemos son divertidos, ya sea en nosotros o en los demás compañeros.
En materia publicitaria hemos visto una oleada de comerciales donde este perfil triunfa, el caso de Pepsi, algunas agencias que generan contenido desde este perfil e incluso personajes como Álvaro Gordoa, han estimulado la compresión y uso de este concepto.
Me gustaría contarles más, pero tengo que limpiar mi compu, pues mientras escribía la columna se me ensució de gordita de chicharrón; una verdadera tragedia.