Para las marcas el SABER ESTAR, debe ser parte de su día a día. Con las plataformas tecnológicas ahora es muy importante saber decirlo, cuando decirlo, como decirlo y en dónde decirlo.
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La publicidad es muy simple, la publicidad se trata de CONTAR HISTORIAS y es ahí en donde debemos incluir la innovación, es la forma de contar esas historias. La innovación es un tema de discusión, porque todo está inventado y la tecnología no es innovar, al menos en la publicidad así se ve, ya que en muchas ocasiones las marcas se dejan llevar por tener presencia en todos los canales de comunicación, solo buscando anunciarse y no contando historias.
A veces los clientes piden estar en todos los puntos de comunicación y al mismo tiempo usar muchas plataformas tecnológicas. Lo más importante de todo esto es saber elegir, en donde estar, para dónde ir, que decir, que historia contar y no tomar todo, porque también puede ser perjudicial y ser solo un capricho.
En particular, me gusta lo básico para contar historias, respetar el ADN de las marcas, respetar su esencia y trabajar con eso, inventar por inventar no me parece lo ideal. Y también me gusta definir la audiencia, no comparto la idea de los que dicen; mi producto es para todos.
La comunicación que hagamos desde una óptica diferente es la que nos permitirá saber dónde estar y cuando estar, definir nuestra audiencia, definir nuestros canales de comunicación, definir nuestros diferenciadores, llevarlos hasta el oído y los ojos de nuestros consumidores. Ellos quieren escuchar historias, quieren sentirse cercanos, quieren sentirse apapachados, únicos, valorados.
Un claro ejemplo es la caricatura PEPPA. Una caricatura sencilla, con diálogos básicos y contando pequeñas historias de una cerdita con su hermano y padres. No hay gran tecnología, no hay tercera o cuarta dimensión, no hay efectos especiales, es muy sencilla su comunicación. Y parte de su éxito es volver a lo básico, en un mundo en donde a veces la innovación se vuelve complicada, compleja y difícil de digerir.