Una estrategia de CRM necesita crear un vínculo con el cliente, la clave: hacerlo sentir especial.
La compra es uno de los momentos más importantes de la relación entre una marca y un consumidor, pero no es el único, existen acciones anteriores y posteriores que marcan la acción de adquirir un producto. pero el simple hecho de realizar esa acción no genera un vínculo entre ellos. Por eso las empresas deben emplear acciones que para generar un apego a la marca y mantener a sus clientes con ellos.
Para ello, las marcas utilizan acciones estratégicas, uno a uno, que se aplican en segmentos identificados y conocidos para desarrollar y mantener una relación constante con el cliente, con la premisa que debe tratarse de un cliente de valor. También hay que diferenciar los programas de lealtad de los que no los son, porque no toda actividad relacionada con puntos genera el mismo el efecto de apego a la marca. porque se da la misma oportunidad a todos de obtener lo mismo, no existe una personalización, no hay distinción.
Un paradigma generalizado, sobretodo en las empresas, es el uso del software de CRM para administrar el programa, el problema es que se considera como la pieza esencial del proyecto, cuando lo importante es tener una planeación adecuada, un estudio interno de la compañía para saber si en realidad son aptas para tener una actividad de fidelidad con sus clientes.