El Below The Line es la mejor herramienta para generar experiencias en los consumidores sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, por el contrario, se puede obtener una gran acción con pocos recursos, pero mucha creatividad.
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Los consumidores aprecian ese tipo de experiencias y crean lazos más fuertes con las marcas que las realizan. Se trata de elaborar mensajes que permanezcan en la mente de la gente y permitan influir en la compra de productos.
1.- Obtén grandes insights: Conocer las cualidades del producto o servicio y determinar cómo se conectan con los clientes abrirá la brecha para pensar cuáles son las mejores formas de crear experiencias, pues poseer los mejores insights facilita mucho el trabajo de los creativos. La idea es buscar un problema o necesidad que se esté resolviendo y en la que nadie o muy pocos hayan puesto atención.
2.- Apela a los sentimientos: Los seres humanos somos mucho más emocionales que racionales. Los actos que nos mueven algún sentimiento normalmente permanece en nuestras mentes por más tiempo y los guardamos como un momento importante en nuestras vidas.
3.- Atención: Existen esfuerzos menores que parecieran insignificantes, pero no lo son. La mayoría está relacionada con la satisfacción en el servicio. Reducir los tiempos de espera, mejorar la atención en el punto de venta, poseer una buena dotación de productos y asistir al shopper durante sus compras son aspectos que mejoran la satisfacción.
4.- Mantén la empatía: No sirve de nada una acción que derroche emociones y haga llorar a los consumidores si no tienen nada que ver con la marca. Es posible que el momento quede guardado en la memoria de la gente, pero no lo relacionará con la firma que lo realizó.
5.- Producto o servicio: La experiencia no termina en la activación o al salir de la caja de cobro, el proceso continúa hasta que el comprador comienza a utilizar el producto o servicio que adquirió. La calidad de los artículos debe cumplir con la promesa de marca, satisfacer las necesidades que supuestamente ataca y convertirse en un producto digno de recomendación.
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