Una de las quejas presentadas por los usuarios sobre el iPhone 6 Plus fue que el tamaño del dispositivo no les permitía guardarlo del todo en las bolsas de sus pantalones, lo que posiblemente era una de las causas por las que el aparato se doblaba. Ante ello, había que crear una estrategia BTL que salvará la reputación de la marca de la manzana.
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El proveedor holandés de telecomunicaciones KPN y la agencia N = 5, en Amsterdam, colocaron a un sastre móvil justos fuera de las tiendas donde vendían el iPhone 6 Plus. El objetivo fue hacer que los usuarios dejaran de preocuparse por doblar su nuevo smartphone.
La dinámica consistió en que, una vez que las personas compraban el dispositivo, se les pedían sus jeans para que un sastre profesional les adaptara las bolsas a supersize. Así, el teléfono cabría sin problemas en los bolsillos y no se deformaría.
Checa en qué consistió esta acción que de alguna manera sale a la defensa de Apple, tras las críticas que recibió no solo de los usuarios sino de las marcas competidoras.
