Lo que hay que masticar: la primera empresa mexicana que se une al reto de la cubeta de hielo es Bubli Bubli; empresas como ésta aprovechan la coyuntura del tema para obtener publicidad gratuita desde Youtube. En las imágenes se observa a una joven ejecutiva que forma a sus empleados para que se “solidaricen” con la iniciativa de recaudación de fondos.
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En las bodegas de la empresa de chicles Bubli Bubli, un par de jóvenes ejecutivos con la camiseta de la empresa en colores rojo y azul, hablan de que han aceptado el reto de la cubeta de hielo, de fondo sus empleados con una cara muy seria, formados para apoyar a sus jefes. Todos tienen una cubeta delante de ellos, y no lucen voluntariosos, sino más bien “nominados”.
Esta táctica del “yo nomino” es contagio al estilo reality show que no tiene igual. Antes de mojarse, los dos jóvenes ejecutivos dicen haber hecho ya su donativo y uno de ellos tiene un “recibo” en la mano que no se alcanza a ver.
A la voz de “Donen, donen, donen”, que recuerda otro tipo de llamados a donar bajo conteo; se lanzan a sí mismos la cubeta, al tiempo que también les son arrojados otros cubos de agua desde arriba. La chica voltea y levanta los dos pulgares muy divertida; alguien se acerca a tomarles una foto con un teléfono móvil. Se oyen risas y un trabajador cruza corriendo en la toma. La grabación termina cuando la joven hace una seña de corte y dice: “Listo, ya”.
Estos son los consumos que hacen que a partir de un tema coyuntural se hagan visibles empresas discretas, que se dedican a hacer goma de mascar.
La empresa que logró posicionarse con la invitación a hacer bombas con chicle, hoy moja a sus empleados en búsqueda de marketing; y es ya la primera empresa que se suma a este reto nominando a otras empresas mexicanas.