En el mundo empresarial, un plan de negocio es de suma importancia porque guía el actuar de las agrupaciones comerciales. Sin embargo, de cada 10 empresas sólo una ejecuta la estrategia comercial de forma correcta.
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De acuerdo con Agasys, además de la cifra anterior, sólo uno de cada 20 empleados tiene claro de qué va esta planificación.
Estos datos resultan alarmantes, pues en el caso de las empresas o agencias que se encargan de hacer below the line, no tener claros los pasos a seguir, ni la filosofía del grupo pone en riesgo los resultados de cada una de sus negociaciones.
En tal sentido, y para alinearse a una estrategia comercial sólida se recomienda lo siguiente:
1.Empezar con un por qué. Con esta pregunta buscamos la trascendencia y la manera de compartirlo –a través de una identidad de sentimientos- podremos llegar a nuestra audiencia.
2.Diferenciar entre inventar e innovar, ya que lo primero es crear algo que no existe e innovar es algo que de igual manera no existe pero que otras personas pagarán por ello. Como bien decía Issac Newton: “No quiero crear nada que nadie vaya a comprar”.
3.Ser ingenuo: todas las ideas y oportunidades son posibles. Hay que proponer cosas aunque parezcan una locura.
4.Probar y fallar. Hacer pruebas nos lleva a avanzar en lo que estamos desarrollando, esto es muy tangible en tecnología donde a base de prototipos se llega a la idea que se tiene en mente.
5.Plasmar todo en papel. Tomar nota nos garantiza motivar nuestra creatividad y que dentro de todas las ideas que tengamos se quedará la que necesitamos en algún momento y no quede en el olvido.
6.Ser diferente es mejor que lo mejor. La clave para que nuestra idea crezca y dé los resultados que queremos, no limitarnos a lo que ya existe y ser una réplica, hay que buscar la diferencia que sea nuestra insignia.
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