Identificar el talento de uno o más miembros de tu equipo, en ocasiones, puede tardar más tiempo al tratar de ubicarlo, pero localizar a un elemento conflictivo, hostil o tóxico resulta ser algo más sencillo.
Tener un colaborador con estas características dentro de una empresa siempre será perjudicial, tanto para la empresa como para el trabajo colectivo, además de que corres el riesgo de que los demás empleados sean contaminados y puedan tomar actitudes similares que pongan en peligro los objetivos y metas laborales.
Ante esto, es de suma importancia detectar a este tipo de empleados y actuar a la brevedad.
Entabla una conversación con ese colaborador
Al dialogar sobre lo que ocurre podrás entender cuál es el origen o problema que influye en el comportamiento del empleado. Quizá descubras que este colaborador atraviesa por un problema personal, lo cual afecta directamente su actitud y perjudica su desempeño laboral. Llegar a la raíz es el primer paso y, si eres objetivo en tu análisis sobre la situación, conseguirás que tu empleado no esté a la defensiva, confíe en ti y te hable con la verdad.
No demores en actuar
Intervenir en el momento justo o tomar cartas en el asunto lo más pronto posible hará que ubiques aquel o aquellos colaboradores conflictivos, conozcas las razones de su comportamiento y puedas tomar decisiones correctas para evitar futuros problemas.
Ayúdalo a modificar su actitud en beneficio propio y de la empresa
Una vez que el colaborador ha entendido que actuar de forma conflictiva no es beneficioso para él ni para la empresa, lo que te toca como líder es apoyarlo para que mejore su comportamiento y se vea perjudicado con penalizaciones por su actitud.
Trabaja conjuntamente con él
El objetivo es darle solución al problema y fomentar el cambio en el empleado. Por ello, lo ideal es tener la disposición de ambas partes para resolverlo.
Actúa y pon fecha límite
Si ya hablaste con él o ella y acordaron que cambiaría su actitud, lo ideal es que estos cambios se lleven a cabo lo más pronto posible. En este sentido, poner fechas límite te será de gran ayuda porque así este comportamiento negativo no permeará en el resto de tus colaboradores y no afectará el trabajo en equipo.
Si no hay otra salida, termina la relación laboral
Si después de hablar con tu colaborador no notas cambios positivos, no hay disposición de su parte y la situación se ha tornado más difícil de sobrellevar, no habrá otra salida que dar por terminada la relación laboral, por el bien de todos y de la compañía.