En artículos pasados hemos puntualizado la importancia del surtido en el punto de venta. Principalmente porque compone la estructura de un retailer.
Por ejemplo, en base a la marca del producto se puede clasificar el surtido como de “primera marca”, aquellos productos que cuentan con prestigio, calidad, garantía y seguridad, mientras que los productos de “segunda marca” se tratan de los productos que cuentan con una menor participación en el mercado.
Sin embargo, en esta ocasión te daremos 4 razones para que consideres seriamente ampliar el surtido de tu tienda:
- Más calidad
- Más variedad
- Más atractividad
- Más tamaños
- Más proporciones
Uno de los resultados esperados de esta opción es la rentabilidad. Gracias a la ampliación de surtido podrás incorporar a la tienda, nuevos y más productos para presentar y almacenar.
Además, cuanto mayor sea el número de familias y de referencias dentro del surtido, más rápido será la rotación de los stocks.
Por otro lado, necesitarás buscar la presentación adecuada para estos productos, dado que los diferentes tipos de contenedores o la presentación de la mercancía, influye directamente en la composición del surtido.
En definitiva, una tienda debe conseguir el equilibrio entre la máxima satisfacción de los clientes, que en este caso dependerá de poder elegir entre todos los productos existentes, y su propia rentabilidad, que llegaría a ser la mayor posible si pudiera presentar un mínimo de productos.
Al final, para conseguir este equilibro, hay que llegar a una optimización tanto de anchura como de la amplitud del surtido, así como la profundidad, eligiendo la composición más adecuada, en función de los factores enumerados de la tienda, de los productos y de la clientela, y midiendo cuidadosamente valores como: la demanda de cada producto y la influencia de cada producto sobre la venta de los demás.
Si deseas conocer cómo organizar un surtido en el punto de venta, da click aquí.