El below the line se refiere a todas las técnicas publicitarias que buscan sorprender al consumidor y para ello no espera a que éste se acerque a la marca, sino que la marca va hacia él.
Sin embargo, en gran medida el concepto suele confundir no por su significado tal cual, sino por la desaparición de la línea que hace años dividía al BTL del Above the line (ATL).
Hoy día, para entender al BTL, es necesario pensar en un contexto digital, pero también hay que tomar en cuenta la siguiente información que Alex Ayala, columnista de InformaBTL, comentó en una entrevista previa:
1.- Los medios BTL no son sustitutos ni sustituibles. Los medios below the line no están peleados con los ATL ni con lo Digital. Estas estrategias pueden acoplarse y convivir en perfecta armonía y no se sustituyen unos a los otros.
2.- Intersección con otros medios. Una acción BTL normalmente se complementa con otras herramientas, como promociones, redes sociales y demás disciplinas.
3.- Dificultad de medición. Es complicado saber con exactitud el éxito de una campaña BTL, sobre todo en retorno de inversión, pero los medios ATL también tienen este mismo problema.
4.- 80% más baratos. Las acciones below the line son mucho menos caras que las estrategias masivas, siempre que sea una acción de guerrilla, ambient o bien, que el objetivo de la marca no requiera de una exhaustiva inversión.
5.- Estrategias. Una muy buena idea puede irse a la basura por una mala implementación, de manera que la buena estrategia resulta fundamental.