El sector retail de Estados Unidos se caracteriza por tener una ventaja competitiva en comparación con mercados subdesarrollados. Es precisamente el mercado estadounidense el que ha dictado tendencias en la forma en que el consumidor desea adquirir productos a través de Internet.
El cuidado de su experiencia de compra, además de la integración de otros servicios que hacen atractiva el viaje son algunos de los factores que han agregado valor a las marcas que tienen presencia en el comercio electrónico.
Es innegable la preferencia que sigue teniendo el consumidor por visitar tiendas físicas para realizar alguna compra. Datos de The Cocktail indican que el consumidor prefiere no comprar en línea debido a que no puede tocar o ver el producto antes de la compra, por lo que la visita a la tienda sigue siendo un comportamiento habitual. Sin embargo, el desarrollo de la oferta online avanza a pasos agigantados por lo que es cada un reto para las marcas destacar en este mercado.
A pesar de que el enfoque de las compras online ha aumentado en los últimos años. Las tiendas online han comprendido las demandas de los consumidores, que buscan mejores servicios, una mayor variedad de productos, así como adecuadas formas de pago.
Datos de Statista apuntan que el 80 por ciento de los usuarios de Internet en Estados Unidos han realizado al menos una compra en línea, donde el método de pago preferido para el shopper son las tarjetas de crédito.
En el mercado estadounidense marcas como Amazon, Walmart, Target, Best Buy, Kohls, Macy’s, JC Penney, Home Depot, Apple, Costco, Lowes y Chewy son algunas de las marcas que han evolucionado las compras en línea. Desde la integración de novedosos métodos de pago hasta nuevos servicios que complementan a las tiendas físicas como entregas a domicilio o espacios destinados para la recolección.
Pero a pesar de las ventanas de oportunidad que ha abierto el comercio electrónico, Payless Show Source, Gymboree, Charlotte Russe, Family Dollar, Shopko, Chico’s, Gap, Sears y Victoria’s Secret son marcas que no lograron adaptarse a las exigencias del mercado, por lo que tuvieron que cerrar tiendas en Estados Unidos.
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